No me agrada

3.8K 364 66
                                    


N/A:

No pregunten solo disfrútenlo :v


Cap. 39 (No me agrada)


— Muñeca.

Pego un respingo y volteo hacia atrás al escuchar ese nombre.

— Ian... — Susurro.

Lo miro detenidamente esperando ver alguna cicatriz de las heridas que llevaba aquel día cuando lo internaron en el hospital, pero en su cuerpo no se encuentra ninguna. Solamente lleva una tablilla en la mano izquierda que sostiene su dedo anular.

— Bueno, como la muñeca me observa supongo que yo también puedo hacerlo. —Dice viéndome de pies a cabeza descaradamente.

En lugar de sonrojarme como lo hubiese hecho antes, aprieto mis puños y siento calor dentro de mis venas. Un indicio de que estoy a punto de estallar de enojo.

— ¿Qué quieres, Ian? — Cierro mi casillero y me doy la vuelta para encararlo.

Ladea su cabeza, observándome con esos destacables ojos cafés que en algún momento causaron emociones en mí. — Nada, solo quería saber cómo te encontrabas.

Parada es la primera respuesta que quiere salir de mi boca.

— Bien.

—Waoo, ¿Por qué tan cortante, muñeca?

— No me llames así. — Lo miro fulminante.

— ¿Por qué? creí que te gustaba.

— Nunca fue así.

— ¡Qué pena! — Finge decepcionarse.

Mantengo mi rostro serio y hago ademán de querer dar un paso pero él me lo impide, bloqueándome con su brazo.

— Aún no cariño, — Sonríe mostrando sus dientes— Verás, me preguntaba... ¿Quieres salir conmigo?

¿Para qué intentes matarme como la última vez? Seguro...

Una carcajada sale de mi interior, carcajada que llama la atención de más de algún estudiante que pasa por el pasillo.

— Buen chiste, Lightdale. — Finjo secarme una lágrima imaginaria. — No, no quiero salir contigo. — Respondo borde — Así que ahora dame permiso.

Lo empujo y empiezo a caminar con mi bolso en la mano. Puedo sentir como camina detrás de mí hasta que se adapta a mí andar.

— Vamos nena, no seas así.

— ¿Por qué eres tan insistente? — Me volteo con mi mano alzada, que está destinada a estrellarse en su rostro. Sin embargo, el es más listo pues la detiene antes de que toque su cara.

— No te conviene rechazarme — Sisea cambiando su rostro de niño bueno al verdadero Ian. Al Ian cazador de vampiros, brutal y despiadado.

— Ni a ti que me pongas una mano encima. — Levanto mi rostro. — No eres el único que sabe matar.

Parpadea perplejo y presiona su agarre en mi brazo.

— ¿Qué tratas de decir con eso?

Sonrío. — Tú sabes matar vampiros, pero yo también sé que con una sola gota de ponzoña de ellos o con una pizca del veneno de la flor de Gyorlo en tu sistema, estás acabado.

Vampire's Heart  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora