Falling for you

Todos piensan que el Sol y la Luna siempre han vivido una eterna batalla sobre quién debería reinar siempre el cielo.

Pero no siempre fue así, hubo un tiempo en el que el Sol y la Luna se amaron.

La Luna amó al Sol desde antes de ser llamado así, desde que este era una simple nube solitaria en el enorme universo.

Torpemente la Luna cayó rendida ante los pies de la pequeña nube, ya que para ella, era como si fuera el universo completo.

Al poco tiempo, la pequeña nube mostró interés en la Luna, ya que le parecía asombroso cómo un ser que reinaba en la oscuridad podía emitir brillo alguno con esa pinta.

Y es que la Luna no era el astro más bello del universo, eso podías notarlo con facilidad, ya que a simple vista, la Luna estaba llena de cráteres y tenía manchas más oscuras que otras por todo su cuerpo.

Aun así, la pequeña nube quería saber cuál era el secreto para brillar como ella.

Poco a poco la pequeña nube enamoró a la Luna con engaños hasta que esta le reveló el secreto para brillar como ella.

Y así es como en una bella explosión de múltiples colores, la pequeña nube se transformó en un ser enorme llamado Sol.

El Sol había estado alimentándose del brillo del amor que la Luna tenía hacia él, así consiguió ser más grande y más brillante que la Luna.

La Luna al verlo, se enamoró aún más del Sol por la grandeza que imponía reinando en el cielo junto a ella.

La Luna estaba completamente enamorada del Sol, mientras este solamente la utilizaba para alimentarse de brillo con su amor, pero cuando el Sol descubrió cómo brillar sin la necesidad del amor de la Luna, este abandonó a la Luna alejándose de ella.

La Luna lloró tanto cuando el Sol la abandonó, que de sus lágrimas empezaron a brotar pequeños destellos de luz formando estrellas de todos los tamaños.

Tanto lloro la Luna, que inundó el universo de estrellas, haciéndolo parecer aún más brillante y bonito ante los ojos de los demás astros.

Así es como el Sol lleno de envidia al saber lo que la Luna había hecho, también quiso saber el secreto para hacerlo él también, por lo cual fue en busca de la Luna para pedir su perdón y poder conseguirlo.

El Sol lleno de confianza, pensando que sería perdonado al instante, se llevó una enorme sorpresa, ya que la Luna empezaba a reinar el cielo con alguien más.

Al parecer una de las estrellas también admiraba a la Luna por brillar en la oscuridad, pero a diferencia del Sol, la pequeña Estrella si estaba completamente enamorado de la Luna, ya que ante los ojos de la Estrella, la Luna era el astro más hermoso del universo, "¿cómo era posible que el Sol pudiera haberle hecho semejante atrocidad a la bella Luna?", se preguntaba la Estrella.

Al principio fue difícil acercarse a la Luna, ya que ella aún tenía miedo de ser lastimada otra vez, la pequeña Estrella trabajo duró para ganar su confianza y poco a poco se la fue ganando haciéndola sonreír y reír a diferencia de las lágrimas que le había provocado el Sol.

Paso tiempo y poco a poco la Luna ya no tenía miedo de ser abandonada por la Estrella como lo hizo el Sol, y poco a poco correspondió a la pequeña Estrella.

La Estrella se esforzaba cada día para que la Luna sintiera la sinceridad de sus sentimientos, todos los días le decía cuan hermosa se veía con su brillo y como le gustaba todo de ella, se podía pasar horas haciéndole listas de todo lo que le gustaba de ella incluyendo sus cráteres y manchas alrededor de ella.

La Luna se dio cuenta que en realidad tal vez todo lo que necesitaba no era amar a un ser tan grande y ambicioso como el Sol, sino ser amada sinceramente por una pequeña Estrella que ante sus ojos era lo más hermoso del universo.

Así es como la Luna al final correspondió los sentimientos de la Estrella dándose cuenta de que en realidad una pequeña Estrella era todo lo que necesitaba para brillar con aun más intensidad.

Ambos daban paseos nocturnos en la noche e iluminaban juntos el universo en la oscuridad haciéndole saber al universo entero de cuan enamorados estaban.

Por eso si volteas al cielo en la noche, podrás observar una pequeña Estrella junto a la Luna iluminando el cielo, y en cuanto al Sol, aún lo podrás ver persiguiendo a la Luna a través del cielo, queriendo y queriendo, pero nunca consiguiendo el perdón de la Luna.

Escrito por: Marry Cabrera.