Extra II [final]

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El vampiro apoyó un pie en el borde de la ventana antes de salir volando en dirección desconocida, incluso para el propio vampiro; no sin antes dar un vistazo rápido a lo que dejaría tras su partida, pero se encontró con lo mismo, un príncipe desinterasado en él y sumido en sus propios y reales asuntos. Sabía que este rosado príncipe era alguien complicado, sabía que esta relación que iniciaban iba a estar plagada de situaciones como esta, peroera un riesgo que iban a correr desde el momento en el que decidieron iniciarla, o es que acaso el único que iba a poner las manos al fuego iba a ser este rey, de serlo así no le molestaría, ya que siempre fue él quien se lanzó al rosado príncipe, pero siendo sinceros... a veces llega a colmar la paciencia de alguien, el hecho de tener una relación de amor unilateral...

El vampiro tuvo la esperanza de ver al menos un poco de desesperación en el rostro de Gumball, al menos antes de irse, pero todo seguía igual... y sabían perfectamente que así sería siempre, lo quieran o no... al menos hasta que este temeroso príncipe decidiera arriegarse y tomarlo en serio.

Pasaron unos minutos y los vientos fuertes que provienen de la ventana empezaron a alborotar los rosados cabellos del príncipe, así como a arrojar los papeles, los cuales quedaron dispersos en el suelo.

Las cálidas lágrimas del príncipe se deslizaban por su rostro, como era de su especialidad cada vez que se sentía culpable de algo que había causado; lloraba, y es que sabía que todo este lío se daba por algo tan simple y torpe como el hecho de no saber que hacer... era obvio que era inexperto en esta situación, pero ello no le daba derecho a tratar a Marshall como a alguien sin sentimientos...

-Príncipe... traigo su café- Se oyó la voz de Mentita al otro lado de la puerta, haciendo que Gumball diera un leve salto de sorpresa sobre su asiento, para luego limpiar torpe y bruscamente sus ojos, y con una voz quebrada respondió "Puedes pasar".

Mentita abrió la puerta y se encontró con el príncipe hecho un completo desastre, sus ojos estaban hinchados y su nariz goteaba, sus años de experiencia como sirvienta al igual que su instinto, le decían que debían hablar con él a como de lugar, así como sabía el motivo de aquel estado del príncipe.

Luego de contarle la situación, cosa que no fue tan fácil debido a la terquedad del príncipe, fue que Mentita pudo saber el motivo de su tristeza.

-Y no piensa hacer algo al respecto, príncipe Gumball?- dijo tomando las manos del rosado entre las suyas.

-Yo... no puedo...- dijo casi en un suspiro.

-Y qué harás si no vuelves a verlo?-

Ambos sabían perfectamente que Marshall podía simplemente irse y desaparecer completamente de Ooo e irse a mudar a NocheÓsfera, reclamar su trono a pesar de los problemas que tiene con su madre.

-No lo sé...- respondió.-Ya no quiero pensar en esto, Mentita, estoy cansado hoy... ya n-

Trató de continuar con lo que estaba diciendo, pero la mano de Mentita fue más rápida, al propinarle tremenda bofetada, que de seguro el príncipe recordará de por vida.

-Perdóneme príncipe Gumbal! Pero esto ya fue suficiente! Maldición! Deje de comportarse como todo un insensible y vaya a buscar a Marshall Lee en este momento, porque si usted se siente mal en estos momentos, pues él debe de sentirse mucho peor!- Apretó la mano del príncipe y lo condujo a su habitación, escogió una ropa apropiada para este y a empujones lo llevó al cuarto del baño para que este se duchara.

Aún con la mejilla doliéndole por aquel golpe, el rosado príncipe hizo caso a lo dicho por su sirvienta, y es que si se trata de buenos consejos es ella la indicada. Si su vida dependiera de alguien, sería solo de Mentita.

I'm Just Your Problem (Marshall X Bubba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora