Dueños del Mundo [Otayuri/Viktuuri]

Cap 1 - Un corazón sin dueño

Narra Yurio

Corriendo por los campos, asi me encontraba. En un caballo blanco recorriendo bosques brillantes. Hasta que algo malo sucede, un maldito guardia del palacio llego en busca mia. "¡Príncipe Yurio! ¿Esta por aquí?" Repetía y repetía ¿Que acaso ni en mis sueños puedo ser libre? ¿Mi titulo de príncipe me seguirá hasta aquí?

-¡Joven Yurio! Por favor príncipe ¡Ya es hora de levantarse de la cama!-

Al igual que todas las mañanas Viktor enviaba una criada a despertarme y a vestirme ¿Cual es el sentido de todo esto? De todas formas moriré siendo príncipe, jamas asumiré el trono, no tiene sentido que yo me adapte a los estereotipos.

-¡LES DIGO QUE YA VOY!- grite furioso y me levante a abrir la puerta para ver al grupo de criados esperando tras ella.

Tal cual como en todas las mañanas, los criados vendrían y yo me pararía frente al espejo mientras ellos me despojan de la ropa de noche para colocarme el traje imperial. Una camisa de la mas fina tela con unos pantalones ajustados (ni hablar de los zapatos) y todo un tapado hecho con la mejor tela y llena de decoración que según oí están echas con hilos de oro.

¿Cual es el sentido de llevar todo esto? No me interesa. Me gustaría vivir solo en una casa cualquiera de la ciudad, aceptaría incluso ser un apestoso granjero. Pero no, al parecer tengo que cumplir con la vida de un príncipe. Mi vida es una desgracia desde que mi padre y madre fallecieron y Viktor tuvo que asumir como sultán.

Caminaba por los pasillos del palacio hasta llegar a la habitación del sultán del imperio. Seguido de lo mismo de todas las mañanas, ordenar a los guardias que avisen de mi llegada y una vez que el sultán diera la orden me permitirían entrar.

-Buenos dias Viktor- me incline ligeramente, siendo yo, no hace falta tanta formalidad.

-Buenos dias mi querido hermano- Viktor solo me miraba con la frente en alto mientras tomaba el desayuno en la pequeña mesa frente a la chimenea. -¿Dormiste bien? ¿Quieres que desayunemos juntos?- hablaba con la misma sonrisa de idiota que siempre marca en su rostro. Para de ser tan idiota, por favor.

-Solo porque a ti te traen la comida mas rápido- dije sentándome frente a el en la pequeña mesa redonda.

-Yurio... Hace tiempo quería hablar de algo contigo...- se coloco cabizbajo y tratando de sonreír pero era notorio que algo le molestaba.

-Si es sobre lo de tu prometido pues ya estoy enterado y sabes que tu vida no me interesa- dije llevándome algo de fruta a la boca.

-No, no es eso... Veras...- tenia miedo de decirlo, eso era obvio. No puede ser tan malo ¿O si? -Hoy en la tarde vendrá el príncipe de Kazajistán a pedir tu mano...-

Espera ¿¡Que!? ¿Es una broma verdad? Le deje en claro que no me casaría con nadie... ¿¡Y SE ATREVIÓ A INVITAR A ALGUIEN SIN MI CONSENTIMIENTO!?

-TE DIJE MIL VECES QUE NO ME CASARÍA CON NADIE ¿TIENES TIERRA EN LA CABEZA O QUE?- tire la mesa y todos los platos se rompieron ensuciando toda su habitación, pero se merecía mas por faltarme el respeto asi.

-Es alguien importante, sé que te molesta pero el imperio se vería muy bien beneficiado si la boda se lleva al cabo, ademas el es heredero al trono, podrías convertirte en reina de su imperio- dijo tratando de convencerme pero su rostro denotaba que sabría cual era mi respuesta.

-ESO NO ME INTERESA, NO ME INTERESA SER REY NI REINA DE NINGÚN LUGAR Y DILE AL PRINCIPE DE KAZAJIMIERDA QUE EL ÚNICO PAPEL QUE FIRMARE CON EL SERA EL DE LA GUERRA- dicho esto salí furioso de la habitación azotando la puerta.