Falso castillo

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¡Gorda! ¡Eres una maldita gorda!, ¡Nadie te quiere!, Esas eran las palabras que recibía de mis compañeras de segundo grado de primaria, mis contestaciones siempre fueron las mismas, y a todos les decía no me importa, la verdad es que no me cabía en la cabeza como niñas tan pequeñas podían hacerme tanto daño con simple palabras, ¿que no se supone que las niñas pequeñas son inocentes?. Ellas eran tan perfectas, tan delgadas, yo me sentía tan asquerosa junto a ellas, las que no eran tan delgadas por lo menos no eran tan gordas como yo, mis problema era que a los ocho años yo era talla tres. Yo siempre demostré como si tuviera una gran autoestima aunque cuando llegaba

prendía música y me siempre recurría a mi tía y le decía “¿Tía soy bonita?” ella siempre me decía que si, pero yo siempre le decía que si pero yo siempre le decía “Eso lo dices porque eres mi tía, dime la verdad ¿soy bonita?” su respuesta siempre era la misma, y tal vez era cierto y ella tenía razón, era una niña alta, pelo café claro y un poco largo, y la verdad es que era "gordita" pero ellas me asían sentir así, me asían sentir la persona más gorda del mundo, nadie me quería. Hasta en mi familia me asían ver comparándome con delgadas, siempre me decían “mira deja de tragar, ya vez como ella es delgada y tu no”, y la verdad envidia por eso, y lo extraño de cosas es que ellas me tenían envidia a mí, porque tenía un lindo cabello, y una linda pie y lo más importante el amor de mi familia incluyendo a sus padres. De pronto, un día buscando en “Encarta” que era donde yo buscaba las cosas, pues el internet no lo usaba mucho, di con un desorden alimenticio llamado "bulimia"  y otro “anorexia” cuando vi las imágenes chicas tan delgadas

instante pensé ¡Oh pero que hermosas!, lo que yo quería era ser como ellas, ser muy delgada y gustarle a la gente, pero sobre todo y yo que más me importaba era gustarme a mi, me sentía tan gorda y fea. Desde entonces todos mis trabajos habían tratado de anorexia y bulimia, todos absolutamente todos los trabajos que tenía que hacer con un tema libre se trataban sobre ello. Cuando estaba en tercer año de primaria me gustaba un chico su nombre era Daniel, como era de esperarse el no sentía nada por mi y cuando fue la fiesta de el día del niño una compañera con la cual me juntaba algunas veces le dijo que si se quería casar con migo, (eso era algo que se usaba, un juego que asían el día del niño en el que dos amigos o unos novio podían casarse

divorciarse después de haberlo hecho), la respuesta de el fue ”hay no que asco tan solo mírala, es una cerda es una cerda asquerosa, quien quisiera estar con ella, ni siquiera sé como tú puedes hacerlo”, ella no me dijo nada sobre eso para no lastimarme, pero yo ya lo había oído todo, corrí al baño me encerré y me eche a llorar, cuando salí tenía los ojos rojos y ahí se encontraba Karla diciéndome que no pasaba nada y que él no valía la pena, que no tenía por qué llorar si él no era nada más que un tipo cualquiera que no importaba nada. Pero a mí me dolía, y demasiado, pero desde ese día yo jure que todo iba a cambiar, que nadie se iba a burlar de mi,  yo iba a estar ahí para escoger a quien quisiera, yo iba decidir a quién mandar a la chingada, pues yo dije que sería muy bonita o con un muy buen cuerpo, y que nadie pero nadie se iba a volver a burlar de mi. Yo seguía viendo a esas chicas que según yo eran tan perfectas, ellas se asían llamar princesas Ana y Mía yo quería ser igual de delgada y perfecta, pero como yo ya había sabido bastante de esta enfermedad debido a todos mis trabajos, pues sabia las enfermedades que esta llevaba. En las vacaciones de cuarto año para pasar a quinto decidí hacer un poco de ejercicio y comer un poco más saludable para así perder un poco de peso de una manera saludable, pero la verdad es que no sabía en lo que iba a terminar. Deje de tomar coca, así como también papas fritas y todas las cosas que tuvieran demasiadas calorías, grasas y todas esas cosas, se podría decir así que comencé a “comer saludable”. Cuando empezó todo esto yo media 1.57 y pesaba 60 kilos, creo que al parecer mi cuerpo había cambiado un poco desde que estaba en segundo grado, y pues creo que eso era demasiado obvio pues yo estaba creciendo y la verdad es que lo estaba haciendo muy bien, aunque dentro de mi ya estaba un poco afectada pues comenzaba con esos horribles desordenes alimenticios sin saberlo. Yo era alta, pelo extremadamente liso, largo y de un café claro, ya no me veía tan llenita, la verdad es que pesando 60 kilos jamás me había visto así. Era una niña con un cuerpo no muy común, la mayoría de las personas que me veían me calculaban mucha más edad de la que en verdad tenia. La mayoría de las personas que tienen pompis o viceversa, pero ese no era mi caso, sino todo lo contrario, pues yo tenía ambos. Cuando entre a quinto grado ya pesaba cincuenta y tres kilos, ose que en unas vacaciones había logrado bajar nada más y nada menos que siete kilos. Al parecer eso era muy notable entre mis compañeros eso era muy notable, pues comencé a tener cerca a esas personas llamados “amigos”.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2014 ⏰

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