— Freddy, no creo que esto sea una buena idea —dijo Mai, mientras miraba la "Mansión del Terror" a la cual estaban a punto de entrar. Decidieron aprovechar que era la época de Halloween y el precio estaba un poco más barato, ya que más gente la visitaba y cosas por el estilo. También, al ser menores de dieciocho, el precio se lo rebajan a la mitad. Gran oferta ¿no? Excelente para aprovechar en un aniversario de novios. O bueno... eso entraba en la cabeza de Freddy y Mai, que celebraban su primer aniversario de noviazgo en una manera algo... particular. Es que, uno normalmente no va a una Casita del Terror para festejar que hace un año la persona que amas te aceptó. Extrañamente eran los únicos ese día, tendrían todos los sustos para ellos solos.
— No te preocupes cariño, yo iré primero y luego me sigues —contestó el castaño dándole un beso rápido a su amada, y entrando "valientemente"... por dentro, estaba muerto de miedo.
— Vaya, vaya, veo que alguien se hace el valiente para impresionar a su princesa ¿no es así? —apareció el indeseado de Fred.
— Cállate que nadie pidió tu opinión.
La chica entró. Al instante, la puerta se cerró, provocando un gran estruendo y dejándolos totalmente a oscuras.
— O-ok, en estos momentos es cuando debemos estar juntos —sugirió el chico, aún trataba de demostrar que no estaba asustado, aunque tarde o temprano se le caería la máscara.
— Tengo mucho miedo —ella lo abrazó.
— No te preocupes, conmigo no te pasará... —empezaron a escuchar respiraciones y pasos que se acercaban cada vez más—... nada... —se distrajo al ver un par de ojos brillando en el techo.
— ¡Ah! ¡Freddy, algo me tocó! ¡Vámonos de aquí! —la albina lo abrazaba más fuerte aún. Él empezó a iluminar con su celular lo que sería la primera habitación del infierno, y encontró un pasillo. Tomados de las manos, huyeron de ahí, cerraron la puerta y prendieron la luz, sólo para encontrarse que en aquel pasillo había pedazos de brazos, piernas y torsos humanos colgando del techo. Claro que no eran reales por mucho que se vieran así (o eso preferían pensar), sin embargo daban un efecto aterrador. Y se supone que es apto para menores de dieciocho...
En el otro cuarto había un cartel que decía "Si pisas mal los despertarás". Esto llamo la atención de ambos, al parecer las baldosas con cruces debían ser pisadas y las que tenían círculos no, sino, vaya a saber uno que pasaría.
Lograron pasar todo ese lugar sin pisar ninguna baldosa con círculo, hasta que Mai "accidentalmente" pisó una. Del techo salieron miles de esqueletos con gritos ruidosos y fuertes, asustando al de ojos azules.
— ¡Lo siento mucho! Soy una torpe... —volvió a abrazar a su novio, este le correspondió.
— No, tranquila, todo está bien, s-sólo fue... un error.
— Y vaya error, casi te da un paro cardíaco. Admítelo —otra vez el chico de cabellos negros se hizo presente.
— Que nadie pidió tu opinión Fred.
Así continuaron susto tras susto hasta que en cierto momento estaban siendo perseguidos por un "asesino". Por supuesto que, al igual que los pedazos de cuerpos, este no era real, más estaban tan metidos en aquel mundo de fantasía que la casa del terror les había creado que de verdad sentían que huían por sus vidas.
— No hay más opción. Si no saltamos hacia ese lugar oscuro, el asesino nos atrapará —advirtió Mai. Los dos saltaron, fue una larga caída pero terminaron... encima de dos colchones.
— ¿Qué? Esto no puede ser bueno —Freddy dudó, por un momento sintió que estarían atrapados ahí para siempre.
Las luces se prendieron, mostrando a la organizadora.
— ¡Felicidades por sobrevivir a la "Mansión del Terror"! Algunos no aguantan y terminan huyendo por donde entraron, así que este es un gran mérito —emitió la mujer—. Tomen, una recompensa —era una bolsa para cada uno llena de caramelos con temática de Halloween. La pareja agradeció y se fue.
— Nunca más volvamos a ese lugar —suplicó, estaba aterrado. Al menos esta noche su novia se quedaría a dormir con él y descansarían en la misma cama.
— ¡A mí me pareció divertido!
— ¿Divertido? ¡Estabas tan asustada como yo! —se le cayó la máscara de "chico valiente que no teme a nada".
— ¿Asustada? No, sólo quería una excusa con la cual abrazarte. Y lo logré, aunque sea poco —la chica rio y el castaño suspiró.
— Llevamos un año como pareja, no necesitas un motivo para abrazarme, sólo hazlo —soltó antes de darle lo que quería: un abrazo.
— ¿Tampoco para besarte?
— Mucho menos —el de ojos azules sonrió y le dio un beso más largo y un poco más apasionado que el otro.
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Primera vez en mi vida que escribo algo hetero y probablemente la última xdxdxdxd no pude evitarlo, lo 100to
En fin, espero les guste. Amen el Freddai, amenlooooooo (?
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Haunted House. | Freddai |
Fanfiction¿Quién dijo que las Casitas del Terror no son ideales para pasar un aniversario?