Mi corazón encantado

Derramando mi ultimas gotas de vida

Lo supe cuando te ví, ahí estaba yo al borde del caos de ser devorado por los lobos, ¿Por qué los detuvistes? ¿No era bueno para ti mi muerte? ¿Qué vistes en mi?.

Perdón, sé que puede sonar confusa esta historia, pero pronto la entenderas.

Yo era un hombre maldito en busca de la cura, durante años he buscado donde ni dios sabe donde. En el camino conocí a muchos viajeros y hasta algunos casi padecian de mi misma causa.
Recuerdo encontrar el lugar indicado, un sitio donde poder partir. Al llegar a ese lugar sentia que todos me miraban como un extraño, algo no iba bien. Ya algo exhausto de mi maldición que llevaba arrastrando todo este tiempo no tuve opción de dar lo mejor de mi, la cosa mejoro, me ayudaron en la búsqueda, pero seguian mirandome como un extraño y nadie se atrevia a decirme por qué.

Pocos días por fin entendí que es lo que estaba pasando. Aquella gente estaba alborotada, temian a alguien y a ese alguien, eras tú. No entendia porque la gente te atacaba y yo no paraba de decir basta, pero no querían razonar, tú te protegias como podías aunque te llevaras miles de golpes, pero supongo que nadie puede resistirse a un balazo. Allí caiste, en medio de aquel lugar, la gente casi que lo celebraba, pero aun no estabas muerta solo estabas herida. Te rodearon sabían que aun respirabas y entonces fue cuando apareció el responsable de aquel balazo dispuesto a atravesarte el corazón y rematarte de la forma mas cruel posible. Una persona llego a decirme que les traias el caos y que era lo mejor. Algo me hizo confiar en ti asique aparte a toda esa gente que te rodeaba para llegar hasta a ti y hasta el responsable del balazo, como ya dije antes estaba débil de mi maldicion, pero salio de mi una fuerza sobrehumana y agarre desde el mismo filo de la espada del que intentaba acabar contigo detuve su ejecución, pero eso no evito que la espada me ataravesara a mi, no me importaba porque queria sacarte de aquel lugar, así que con un agujero en el estómago y perdiendo sangre te cogí en mis brazos mientras tu estabas inconsciente. Me cerraron la puerta no querían que me fuese del lugar contigo, querían verte muerta y una vez más saque toda mi fuerza, la maldición me hacía fuerte, y con un solo brazo tire la puerta abajo, sin que nadie pudiera hacer nada me largue de aquel sitio. La lleve muy lejos, a un sitio donde pudiera estar segura, la lleve en brazos todo el camino y acabe cayendo al suelo exhausto de todo el esfuerzo que hize para protegerte, me estaba muriendo por cada gota de sangre que caia de mi herida. Al fin despertaste, no te alegro verme, estabas tan enfadada que incluso me llegastes a poner una daga en el cuello, querías matarme no confiabas en mi creías que era como ellos.

- Ella: ¿Quién eres tú? ¿Por qué me trajiste aquí?
- Yo: Te salvé... - Dije casi sin aliento.
- Ella: No necesito que ningún demonio me salve acabare con todos vosotros
- Yo: Asi que se trata de eso...
- Ella: ¡Callate! Te degollare para que no puedas hablar
- Yo: Hazlo... estoy maldito... no merezco vivir mas...

Me empezaste a mirar con otros ojos, aun asi estabas decidida a cortarme el cuello.

Yo: Eres muy bella...

Te echastes atras asustada como si fuera la primera vez que te lo dijieran. Retiraste el cuchillo de mi garganta, me cojistes y me llevaste a un pequeño río. Me dejaste en el suelo totalmente derrotado, habia un par de lobos con ganas de devorarme, pero por alguna razón los detuvistes, yo pensaba que era mi fin, creí que lo merecía. Esa es la gran duda que tengo, ¿Por qué no dejastes que los lobos me devoraran? Hoy en dia es algo que no entiendo, ¿Por qué me curaste en ese momento? Podias haberme dejado morir desangrado, ¿Qué vistes en mi?

Yo sentia que merecia sacrificarme por ti, algo me lo decia, aunque eso me llevara a la muerte. Eres hermosa, lo supe desde que te vi.

Al fin y al cabo los dos tenemos la misma maldición y luchamos contra lo mismo. Tenemos un corazón puro y luchamos contra nuestros demonios.