Nunca, ¿sabes? A tus mensajes, a tus cosas, a tus fotos, a nuestras charlas antes de dormir, a nada.
Y justamente esa era el miedo que tenía cuando te decía por qué no me gusta demostrar mis sentimientos, porque al final todos se van sin importarles nada y uno es el que queda con ese vacío enorme.Si sabías como iba a terminar todo
¿por qué nunca me lo advertiste?, si lo hubieras hecho tal vez todo fuera diferente.
¿Nunca te importé? Quizás sea cierto.
Me siento como un idiota, porque yo fui el que siempre estuvo ahí,
al que podías contarle tus miedos, tus desafíos y tus alegrías,
que a pesar de todo siempre iba a estar,
al que no le importaba la distancia o la diferencia de edad,
todo eso me hace sentir como un bobo.
Me dueles y mucho, y tal vez con esto me doy cuenta de que te quiero mucho más de lo que yo sabía.
No sabes cuánto extraño hablarte, contarte mis cosas, darte las buenas noches, todo.
¿Por qué decidiste esto? No lo entiendo.
Te has ido y me has dejado aquí sin ganas de nada,
no sabes cuánto he llorado por todo y creo que no te importa.
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Nunca debí acostumbrarme a ti.
Short StoryLa vida nos enseña de una u otra forma que no todo es para siempre.