-Terminamos- Dije muy segura de mi acertada decisión. Cabe aclarar que segura no abarca los hermosos significado de bien, completa y con el corazón en alto; claro esta que aunque mi fachada se viera intacta, mi ya roto corazón se estaba desmoronando cada ves mas con el pronunciar de mis palabras.
-No- El susodicho se atrevió a pronunciar.
-¿Te crees con el derecho de decidir algo que ya esta decidido?- Déjenme decirles que aquel chico estuvo a mi lado cuatro geniales años de mi vida y se preguntaran el porque lo estoy dejando. Simple, me engaño con una chica dos años menor, la cual se ofreció en cuerpo y alma, el como buen hombre no dio oposición. Así que esto es lo que nos trae a este momento.
El susodicho, no se llama así, su nombre es Angel (debería hacerle honor al nombre, pero por dios, creanme que tiene mas del de abajo), tiene 19 años, es alto, no diría que es agraciado, tiene lo suyo, pero lindo no es. Pero como buena persona que soy me fijo mas en un corazón, que en un cuerpo o cara, aunque tampoco me crean ciega, como toda mujer tengo ojos y necesidades.
Haciendo un breve resumen, la relación empezó un día de colegio, todo muy normal, pasaron 4 años, me engaño y ya esta. No se habla mas.
De pronto querrán que les hable un poquito de mi, aquí les va mi hermosa descripción. Mentiras, soy una chica común y corriente, estatura promedio, tez pálida, cabello castaño, ojos verdes con algo de azul y gafas, las cuales llevo con mucho orgullo. Flaca no soy (ojalá lo fuera), hay curvitas en todas partes, pero me declaro felizmente trosudita. Tengo 20 años, si un año mayor que el.
Volviendo al inicio, Angel volvió a hablar.
-Pues claro, que tengo el derecho a decidir, una relación es de dos y se acaba cuando los dos están de acuerdo- Esto me hizo el día, casi me río en su cara, pero como la buena y civilizada mujer que soy no lo hice.
-Tu mismo lo has dicho, una relación es de dos, no de a tres querido- Me encanto como su cara empezó a desfigurarse, con cada palabra que pronuncie. ¡Perfecto! el quería seguir con la mentira, me vio la cara de boba. Pero ¡Hey! claro que no lo soy. Con esto di por acaba la conversación y por lo tanto mi larga relación. Lo ultimo que alcance a escuchar, antes de alejarme lo suficiente de su espacio personal, fue que dijo mi nombre con tristeza. -Anne.
No Angel, aunque me doliera y con cada paso que diera, perdiera mas pedazos de corazón, no iba a volver a tus brazos, porque desde que supe lo tuyo con ella, nada volvería a su normalidad.
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Yopin - El desencanto de mi vida
Teen FictionDicen que cuando una historia acaba, otra comienza. Pero creanme, creo que para mi ese dicho no aplica. Soy Anne una chica de 21 años, que solo espera ser feliz.