Destino o casualidad. (23)

Esta chica soy yo.

Problemas, problemas y más problemas. Lo difícil de encontrar no es la solución, es más, hay muchas soluciones diferentes para cada uno de estos, sino, decidir cuál es el camino correcto. La clave es tener claro que todo es temporal, cuando piensas que caíste, todo es oscuro y no ves la salida del túnel es cuando te aferras a lo que más quieres, a esas personas que sabes que siempre están sin importar que tan hondo hayas caído. Hoy con 18 años y empezando una carrera que no estoy segura de que es lo que quiero hacer mi vida entera tengo las herramientas y fundamentos para asegurar que siempre hay alguien para acompañarte sin importar nada más.

Déjenme presentarme primero, mi nombre es Mercedes, me gustan las bibliotecas, las florerías y los teatros. No, no tengo 60 años ni soy divorciada de mi segundo esposo. No creo en los súper héroes aunque me encantaría un príncipe azul.  Tengo claro que los hombres fuertes, valientes y enormes que aparecen en las telenovelas y que veo en las películas desde que tengo memoria, son una mentira. No existen. Ahora que conocen mi filosofía puedo contarles mi historia. Hace cuatro meses deje con mi novio, Joaquín, con quien me lleve una desilusión al descubrir, tarde, que no era para mi. Eramos muy distintos, el paciente, estático, yo alborotada, cambiante. A veces un poco distante, otros tan sensible al grado de desesperarme. Intente encontrar un punto de equilibrio entre nuestras personalidades, cabe destacar que prácticamente opuestas muchas veces pero chocábamos muy seguido, haciendo imposible seguir con la relación. Por otro lado, hace unos pocos días volví de Europa, un viaje que no fue planificado con anticipación pero igualmente puedo asegurar que se convirtio en la mejor experiencia de mi vida. Los dos meses que estuve recorriendo ese hermoso continente me sirvieron para conocer el lugar y también conocerme a mi. Pude cerrar un ciclo que de no haberlo hecho hoy definitivamente no seria la misma persona.

Ahora me encuentro nuevamente en Montevideo, mi querida ciudad. Donde vivo desde que nací junto a mis padres Carlos (50), Ana (45) y dos hermanos más pequeños Martín (15) y Santiago (12). Vivimos en una casa grande a dos cuadras de la rambla. Somos una familia muy unida, disfrutamos estar juntos, a pesar de las peleas inevitables, nos apoyamos siempre y tenemos una muy buena relación. Mi papa es abogado, esto hace que sea siempre el encargado de resolver los conflictos que se dan en la casa, instintivamente, es preciso al hablar y es sin dudas mi ejemplo a seguir. Mi mama por otro lado, es la mujer mas paciente y cariñosa que conozco, se recibió de arquitecta pero últimamente no ejerce su profesión ya que decidió dedicarse profundamente a nosotros, sus hijos, porque afirma que tenemos edades complicadas en las que necesitamos apoyo. Mi hermano Martín es el tipo de adolescente que le encanta estar con sus amigos, esta en la típica edad de la bobera. Muchas veces discutimos, pero a fin de cuentas tuve su edad y entiendo cada cosa que le pasa. Santiago por otro lado es un chico deportista, juega al fútbol y practica tenis. No le gusta mucho salir, prefiere quedarse en casa y jugar a la play o invitar un par de compañeros. Algo que también es característico de la edad.