Blue [One-Shot]

Blue

Todo era azul. Su cabello, su bolso y sus zapatos, era su color favorito después de todo. Pero azul era más que un color para él, azul era como se sentía aquel día. Azul como las flores que depositaba junto a la lápida de SeokJin, el chico que alguna vez aclaró su vida, su corazón. Pero se había ido, llevándose con él su alma y su sonrisa, dejando a un chico azul y vacío, sin ninguna compañía. Cada segundo se sentía como una eternidad, cada respiración se sentía como un infierno. Era un simple espíritu vagando por su desolada casa, a la que ya no podía llamar un hogar.

Se encontraba como siempre mirando por la ventana, sus ojos tan azules como el cielo que admiraba. Si fijaba toda su atención en este, posiblemente vería el rostro de su amado saludándolo desde la eternidad, aún que él no era tan creyente, sabía que SeokJin estaría en un mejor lugar, o al menos conservaba esa esperanza.

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Lo único que hacía a NamJoon mínimamente felíz, era el hecho de que cada día que pasaba, estaba más cerca de reunirse con quien amaba. Que pensamiento más deprimente, decretarían algunas personas, pero esto era lo que lo mantenía tranquilo.

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NamJoon nunca pensó en acabar con su vida. SeokJin una vez mencionó que eso sería muy cobarde, el sólo sonrió por el repentino cambio de tema, juraría que hace dos segundos estaban hablando acerca de cómo había sido el día de trabajo del menor.
Cada vez que NamJoon recordaba a su amado, pequeñas lágrimas se escapaban de sus ojos, no le importaba estar en su casa, en algún bar o caminando por la calle, él necesitaba dejar sus sentimientos fluir sin que nadie se lo impidiera.

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Como cada noche, NamJoon caminaba por las desoladas calles cargando un bolso en su hombro. Caminaba hasta llegar a la playa, donde se quedaba admirando un mar tan azul como su mentalidad. Le gustaba gritar como si el agua fuera a escucharlo, como si fuera a responderle. Luego de unas horas dejaba el lugar para ir a descansar hasta el otro día.

Cuando despertaba salía a caminar. Él nunca fue un persona muy preocupada de cómo lucía, al contrario que SeokJin, quien tardaba siglos en arreglarse, o al menos eso era lo que el menor le decía siempre. NamJoon reía ante este recuerdo, pero luego era golpeado por la nostalgia y las lágrimas volvían a caer.

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Aveces se preguntaba que pensaba la gente de él. Era alguien que se pasaba la mayor cantidad de su tiempo en la calle, por lo cual mucha gente lo veía pasar, pero él nunca se detenía a mirar a las personas, tan sólo seguía su camino y acomodaba el bolso azul en su espalda.

De todas maneras nadie le hablaba, nadie nunca lo saludó ni se molestó en preguntarle como se sentía.

Él no era una persona muy sociable, SeokJin, en cambio, amaba estar rodeado de gente, lo hacía sentir querido, pero nunca tan querido como se sentía al lado de su amado, su persona favorita en el mundo, su todo, al igual que Seokjin lo era para NamJoon.

Cada día NamJoon se daba cuenta de que estaba solo en el mundo, todos a los que alguna vez amó lo habían dejado, y no porque no lo quisieran, si no porque la vida nunca estuvo de su lado. Quizás él siempre estuvo destinado a estar solo, a vagar por las calles, a existir en vez de vivir, a añorar un amor que hace mucho había desaparecido.

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NamJoon se culpaba cada día de la muerte de su amado, si hubiera estado ahí, si tan sólo lo hubiese acompañado aquel día todo sería tan diferente, él seguiría estando a su lado y NamJoon seguiría siendo la persona felíz que en algún momento fue. Pero no, no lo hizo y ya no podía regresar en el tiempo y arreglar sus errores.
Aunque sabía que lamentarse no serviría de nada, no sabía que debía hacer.

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Algunas personas que lo vieron dicen que murió de hipotermia o algo por el estilo, otros afirman que se suicidó, pero para la mayoría, la existencia del chico azul era un enigma.

Vagando por las calles, observando, llorando en los bares, rogando al cielo que le devolviera un amor que nunca le perteneció, que nunca fue suyo. Y es que era cierto, la hermosa historia que él proclamaba tener no fue más que un simple capricho de un chico azul, azul como su personalidad, su vestimenta y su vida.