BACK TO AMAR

CAPITULO 8

–No me pienso subir –digo, de brazos cruzados

–Por que, acaso tienes miedo –dice,  en tono burlón

Claro que tengo miedo, en mi corta vida la única vez que me subí, fue cuando Adrien se compro una moto mas grande que el, me  acuerdo muy bien que estuve hospitalizada una semana entera, el muy idiota se le ocurrió manejar demasiado fuerte, sin saber bien.

–Claro que no–claro que si

–Si claro–dice, sarcástico –te la pongo fácil, o te subes o te subo, así de simple –advierte

–No, preferio en bus–giro sobre mis talenos con la intención de marcharme.

Mala idea.

Frank me agarro de la cintura,  dejándome sin escapatoria, me da un giro sobrenatural y en un pestañeo me tenia sobre su hombro, así dejándome saludar al piso.

–Sueltame, pedazo de idiota!!! –golpeo su espalda, pero a el no parece afectarle en absoluto

–¿Que me dijiste?  –pregunta, con voz ronca

–¿Yo? –digo, inocentemente

–No, el vecino –responde sarcástico

–Pues, anda preguntale a el–contesto

–Muy graciosa, Sáenz –responde irritado, me pone en la parte trasera de la moto, para luego montarse él–Agarrate fuerte–dice, mientras enciende el motor

Busco de donde agarrarme, pero para mi desgracia no hay otra opción mas que sujetarme de el, como puedo me agarro del asiento, para no caerme y terminar otra semana en el hospital.

–Agrrate de mi cintura, Allison–me dice, veo que por su espejo retrovisor me mira fijamente, tímidamente voy rodeando con mis brazos su cintura y entrelazo mis manos en su torso. Siento como su cuerpo se tensa ante mi tacto.

  Arranca la moto, haciendo rechinar las ruedas en el asfalto, mientras que yo me sujeto fuerte de su cintura, hasta diría que lo estoy dejando sin aire, cuando empieza acelarar mas rápido, apoyo mi cabeza en su espalda bien formida.

–Con que no tenias miedo –dice en tono burlón, solo me quedo callada, ya que no puedo hablar por el miedo que tengo, de que la cosa esta se vuelque y muera. Ya me imagino saliendo en las noticias.

"Chica muere en un accidente de transito"

Cuando ya estamos por llegar, le indico unas cuadras mas, hasta que diviso el edificio. Aparca la moto, así por fin dejando que mi pobre corazón lata tranquilamente.

–Gracias por traerme –digo, mientras bajo

–De nada, de todos modos necesitaba tu dirección –contesta indiferente –Vendre a las cuatro –le paso su casco, mientras enciende el motor –Nos vemos luego, Sáenz –se lo coloca y pone en marcha el motor. Lo veo alejarse y en eso escucho la voz de mi querido hermano a mis espaldas

–Te dije, que no te quería ver cerca de ese tipo –me dice, con su ceño fruncido

–No comienzes, Adrien –respondo irritada –Frank vendrá a las cuatro, así que calma tus humos

–Con que se llama Frank, uno mas para mi lista negra –ruedo los ojos y me adentro en el edificio.

(****)

Faltaban diez minutos para que Larenwe llegara. Me pongo acomodar un poco el escritorio donde vamos a trabajar, solo para ganar tiempo.

Escucho que tocan la puerta, salgo a paso veloz de mi habitación, para que Adrien no logre abrir la puerta, demasiado tarde, lo veo parado con su típica pose de hermano protector, mientras que Frank lo mira como su inferior.

–Con que tu eres el famoso Frank –dice, mientras lo mira de arriba abajo

–Supongo que tu eres Adrien–repite la misma acción que mi hermano

–El mismo, ¿Que te traes con mi hermana? –pregunta, antes de que responda, interrumpo

–Hola Frank–digo, mientras empujo con mi cadera a mi hermano

–Que tal Sáenz –dice, en forma de saludo

–Vamos a mi habitación, ahí están los materiales de química –giro sobre mis talones, sintiendo los pasos de Frank tras mio

–Los estaré observando –advierte Adrien –Asi que dejan la puerta abierta –Frank le da una ultima mirada y sierra la puerta de un portazo

–¿Por que hiciste eso? –cuestiono

–Ya te dije, no cumplo ordenes –observa toda mi habitación, agarra una foto de mi mesa de noche –¿Esta eres tu? –señala la foto que tiene entre sus manos

–Si, me la tomaron cuando tenia seis años–respondo

–Que fea eras –lo miro con mala cara, a lo que el suelta una risa–solo bromea–deja la foto en su lugar

–Que gracioso –digo sarcástica –Bueno,  empezamos con el trabajo–le tiro un libro de química, a lo que el fruce el ceño confundido

Si que me va costar enseñarle

(****)

Me fijo la hora y veo que son las seis de la tarde, si que hemos tardado en hacer todo los ejercicios, también mi compañero no colaboro mucho que digamos. Mientras explicaba como hacer los problemas, veo que se agacha para luego encontrarlo durmiendo plácidamente sobre sus brazos.

–¿Tienes hambre? –pregunto

–Demasiada–contesta

–Entonces vamos a comer–propongo

–Es lo mas inteligente que has dicho hasta hora –viro los ojos, para el sera lo mas inteligente

Se levanta del asiento mientras estira sus brazos hasta arriba, así asiendo crujir todos sus huesos. Me levanto,  pero para mi mala suerte,  no fije que mi pie izquierdo estaba dentro del hueco de la silla, así que al momento de levantarme caigo en dirección al suelo, pero antes de que eso suceda unos firmes brazos me sujetan de la cintura. Me encuentro con esos ojos verdes, que me miran fijo, estamos a un centímetro de distancia, que nuestras respiraciones se hacen una sola, nuestras narizes se rozan, mira mis ojos y luego detenidamente va bajando hasta mis labios, fue acercando su cara mas a la mía, que yo ante eso voy serrando mis ojos, anheló sus labios, aunque en el fondo se que esta mal, se que mato a alguien, se que es un asesinó, pero en el fondo se que hay una explicación del por que lo hace, nadie mata por diversión y dudo que el lo haga por eso.

Y yo voy a buscarla.

Sus labios rozaron los mios, justo cuando pienso que va a pasar, se escucha que abren la puerta derepente.

–Allison...

Hay no