{Mi OTP 7u7r <3 }
Los personajes en este Fanfic NO son de mi propiedad, los derechos de estos son de Riot Games, la historia si me pertenece.
"¿Las guardianas pueden enamorarse?, si, pero no de sus enemigos." Una regla de oro que se rompe gr...
Mi hermano y yo vivimos en los barrios bajos de valoran, nuestros padres fallecieron cuando yo solo era un mocoso, no había nadie más que nosotros, así que, mi hermano menor, Yone, termino bajo mi cuidado, claro, al ser un menor de 10 años no podía brindarle un buen hogar, ni mucho menos sustento, así que ambos trabajábamos y vivíamos en las calles, la gente nos insultaba todo el tiempo, una que otra gente nos brindaban alimentos, cuando llovía era de correr hacia un puente y desde ahí podía ver a una familia con una hija, creo que era de mi edad, deseaba su felicidad, su hogar, yo solo miraba a Yone llorar por nuestra situación, yo solo le repetía que todo mejoraría, pero no fue así, nunca lo fue.
Un día cualquiera, yo fui a buscar comida y deje a mi pequeño hermano en el puente, había una rana y a él le pareció agradable tenerla como mascota, lo dejé. Pase por varios puestos rápidos de comida, pero no conseguía nada, o me golpeaban o me corrían o inclusive me tiraban agua, con hambre, cansancio y sed me di por vencido, pero, a lo lejos escuche a mi hermano gritar mi nombre y unos estruendos más, eran algunas personas de la calle que nos quería lejos de ahí, golpeaban y empujaban a mi hermano, no pude ver eso, así que fui corriendo hacia él, les hice frente, pero aun nos golpeaban.
- ¡Hermano, hermano!, ¿Por qué nos golpean?, me duele – hablaba entre llantos el pequeño
- ¡Déjenos en paz!, no les hemos hecho ningún daño – gritó el pequeño y desnutrido Yasuo
- ¡Deben irse malditas sabandijas!, ¡solo traen pestes y pena! – gritó un anciano entre la multitud
- ¡Son unos delincuentes! – añadió un señora
- ¡Ya no pueden salir mis hijos a la calle por estos mugrosos! – comento otra señora
El pequeño castaño solo abrazo con fuerzas a su hermano menor para el recibir los golpes, ambos lloraban, pero el coraje del pequeño Yasuo despertó, cuando tomaron a la fuerza a Yone.
Yasuo tomo una guadaña que tenía uno de los hombres de la multitud, el aire se hizo más pesado, soplo demasiado, hasta que el pequeño castaño hizo un movimiento hacia ellos y mando un remolino que hizo que varias personas retrocedieran, el pequeño avanzo hacia ellos con un grito de guerra que nadie entendió. Parecía que podría salvar a su hermano, pero no fue así, uno de los protestantes golpeo de gravedad al menor, el castaño se dio cuenta y corrió hacia él, soltó la guadaña y abrazo a su hermano, sabía que sería el fin de ambos, cerró los ojos y abrazo con fuerzas a su hermano, pero, de pronto hubo gritos, sangre... y después de unos minutos... calma, Yasuo abrió los ojos y se topó con una mano desnuda, se veía con cicatrices, tal vez de batallas, no le tomo importancia, lo miró con desconfianza.
- No te preocupes pequeño, te puedo ayudar a ti y a tu hermano, solo ven conmigo y sé mi alumno – hablo aquel extraño sujeto con Yelmo y ojos rojos
Las palabras del hombre endulzaron al pequeño y débil Yasuo, le tomo la mano y dejo que este hombre cargara a su hermano mal herido, camino al costado del hombre, miró hacia la casa donde vivía aquella niñita, y ahí estaba ella, solo movió su mano de lado a lado, despidiéndose, era Janna, había visto la sangrienta escena y fue un trauma, pero, se alegró de ver que aquel pequeño desnutrido había encontrado un hogar, o al menos eso pensó.
Después de ir con Zed, me llevo a su templo en el espacio infinito, a mi hermano lo llevo a otro cuarto donde se supone que lo curarían, poco a poco me lavo la cabeza para asesinar a las personas, entrene, entrene y entrene, ya no era débil, desnutrido y mucho menos pequeño, habían pasado 8 años ya, ya no quedaba nada de aquel mocoso, y desde entonces deje de ver a mi hermano, Yone, pienso que falleció y Zed me lo oculto todo este tiempo para que cumpliera con mis objetivos, aun espero que este con vida, pero la fe es poca, ahora, es hora de que descubra todo, libere a Yone, y a mi hermosa Janna, irnos lejos de aquí y ser felices, es hora de acabar con la oscuridad de Zed.
El castaño de 18 años alzó su espada contra Zed, corrió hacia él, el baile de la espada y shurikens había comenzado, se escuchaba el estruendo de ambas armas chocar, los demás tenían sus propios objetivos, pero los principales eran Zed y su ex alumno, Yasuo. La pelea apenas comienza, solo uno...
SOBREVIVIRÁ.
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