Capitulo 1

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Me encontraba en frente del altar de mi madre, orando como lo hacía normalmente, este era el lugar favorito de ella, es un sitio muy bonito, mi padre me contó que había escogido este lugar para su altar porque cuando eran jóvenes siempre venían a este lugar, era a las afueras del pueblo, tenían que atravesar un camino no muy largo que los llevaba a una zona muy alta del mar, era un sitio donde se encontraba un gran árbol frondoso, aqui se sentaban a platicar a la bella vista del océano, con el tiempo construyeron la casa alado de este lugar y formaron una familia, mi familia.

Recuerdo el día que falleció, era un dia muy calido, mi madre y yo habíamos ido en bote a navegar hacia el océano, ella tenia puesto un vestido blanco, tenia ojos azules y cabello blanco, nos habíamos retirado mucho de la orilla para ir a pescar pero de un momento a otro una tormenta llego hacia nosotros, la fuerza de el viento y la lluvia volvio bruscamente el bote, no había agarrado aire y me comencé a hundir, mi madre voltio nuevamente el bote y al percatarse de mi situación fue hacia mi, logro agarrarme y me subió nuevamente en el bote pero ella ya no tenía fuerza para subirse, la tome de la mano y trate de ayudarle pero yo no tenia la suficiente fuerza para subirla, su mano resbaló de la mia y la solte, comenzó a hundirse y no volvi a verla más, para cuando llego mi padre y hermano ya era muy tarde.

-¡Naiee, Naiee, ya es hora!- dijo mi hermano mayor.

Me levanté y comencé a caminar hacia el, encontré a mi hermano sosteniendo a mi padre enfermo.

Mi hermano tenia el pelo castaño, con camisa, pantalon y botas azules, era alto y delgado.

Mi padre en cambio tenia cabello, bigote y barba anaranjada, camiseta blanca, chaleco cafe, pantalones vaqueros y botas cafes.

En cambio yo tenia cabello anaranjado con camisa, pantalon y botas rojizo.

Alado de ellos dos había una carretilla donde íbamos a transportar a mi padre con el curandero del pueblo, lo pusimos con cuidado y con mucho cuidado nos fuimos.

-¿Crees que nos ayude Nyaa?- pregunté

-Esperemos que si, sosten fuerte la carretilla y no te distraigas- contesto

Despues de caminar por poco tiempo llegamos a el puente que conectaba a la casa del curandero, lo cruzamos y al llegar salió de su casa y nos atendió e invito a pasar a su casa.

Era un viejo alto, cabello casi completamente pelón con túnica blanca.

Nosotros esperamos en la sala mientras el cargo a nuestro padre asta una camilla, nos aviso que tal ves tardaría un par de horas.

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El dia estaba atardeciendo pero el curandero habia terminado.

-Lo siento, pero no puedo ayudarlos, si su padre sigue asi morirá- dijo el curandero.

-¿Pero no hay ningún otra forma de salvarlo?- mencionó Nyaa.

-Conozco una forma- el curandero dio medio vuelta y fue a un mueble en el cual saco un pergamino y nos lo enseñó -este es un mapa, los llevará hacia la medicina que necesitan- nos entregó el pergamino.

observamos el mapa y estaba decidido a ir por la medicina, no queria perder a mi padre y por lo visto Nyaa tampoco.

-¿Podría cuidar de nuestro padre?- le dije a el viejo

-claro, pero es un viaje largo asi que tienen que apurarse- dijo el señor con una sonrisa.

-Gracias- acto seguido me hacerque a la frente de mi padre y le di un beso, mi hermano hizo lo mismo.

Dimos media vuelta y caminamos hacia la puerta.

Brothers: A tale of two sonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora