Angelle

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Disclaimer: The Loud House no me pertenece, al usar a sus personajes es sin afán de lucro ni de mala intensión.

¡Era increíble lo que tenía frente a mí!, estaba postrado en la camilla todo ansioso y adolorido, en ese momento, una imagen se manifestó frente a mí que me tranquilizó con solo mirarla, el temor, el dolor, la incertidumbre se esfumaron como arte de magia y solo una gran tranquilidad me invadió cuando miré a un ángel sin alas vestida de blanco acercarse hacia mí y hablarme dulcemente...  

Hola, soy Lincoln. Seguramente se preguntarán que es esa escena antes descrita arriba, bueno, será mejor que les cuente desde un principio...

Hoy parecía que sería un gran día por la mañana , ya saben: la rutina y todo eso, un típico día de mi vida en la casa más escandalosa de toda la avenida Franklin, y aunque parezca raro, lejos de haber el gran bullicio que impera en mi familia, se escuchaba un silencio que seguramente Lucy debe de estar amando, quizá era un indicio de que algo iba a suceder, como sea, comencé a ponerme nervioso por esa tranquilidad y decidí salir mejor e ir a la tienda de comics, quizá encuentre algo bueno en mi camino hacia allá, Iré por mi bici, la que me heredó Lynn para ir al centro comercial.

Debo decir que no se me ocurrió llamar a Clyde, quizá si le hubiera dicho que me acompañara, estoy seguro que nada de lo que leerán hubiera sucedido.

Me dirigía en mi bicicleta, todo iba tan bien hasta que en un crucero, un automóvil se pasó el alto y cuando me di cuenta ya casi estaba sobre mí, hice una maniobra evasiva que me ayudó a esquivar el automóvil, pero debido a la velocidad que llevaba hizo que mi bicicleta derrapara y me fuera a estrellar contra un árbol.

En un principio no sentí nada, solo quedé aturdido por el golpe, el casco que traía impidió que golpeara mi cabeza, pero cuando intenté moverme... ¡Auch!, sentí un tremendo dolor en mi pierna izquierda que fue la que recibió todo el impacto. Escuchaba voces a mi alrededor, pero el dolor me impedía concentrarme en lo que me decían las personas, aunque de vez en cuando medio entendía que no me levantara, que me quedara quieto hasta que llegara la ambulancia para llevarme a un hospital, pero la verdad, creo que estaba más asustado por la regañiza que me darían mis padres al no haber tenido cuidado que por el dolor de la pierna, al menos en ese instante.

En fin, llegó la ambulancia. Entablillaron mi pierna con un fijador neumático que no es más que una especie de bolsa que se infla y comprime la pierna para inmovilizarla y poder trasladarme hasta el hospital... lo más raro es que en ese momento el dolor de la pierna era algo soportable, pero al llegar al hospital el dolor se multiplicó por ¡3000!.

Me bajaron de la ambulancia y me llevaron al servicio de Traumatología del hospital en dónde me hicieron miles de preguntas: como me llamaba, donde vivía, el teléfono de mis padres, que si padecía enfermedades, que si tenía alergias, como sucedieron los hechos. La verdad solo respondía lo que me pedían para que me dejaran en paz, realmente no soportaba el terrible dolor que tenía mientras estaba asegurado en la camilla y si intentaba mover solo un milímetro la pierna, me dolía a horrores, y para empeorar las cosas, al llevarme a sacar una radiografía, que se les ocurre darme tremendo golpe en la pierna que llegue retorciéndome en la camilla a pesar de tener los arneses puestos

Discúlpeme, no fue mi intención darle el golpe—.me dice la persona

No se preocupe— le dije entre dientes con la cara toda deformada con una mueca de dolor

En un momento le quitarán ese dolor

¡muchas gracias, no sabe cuánto se lo voy a agradecer!— le dije entre dientes y con la mueca de dolor en mi cara y lo más calmado posible, de repente escucho a alguien hablar de una manera diferente...

AngelleWhere stories live. Discover now