«El amor te ciega, deja que los demas abusen de ti especialmente la pareja aprovechándose de la virginidad»
-¡Oh! Namjoonie, gracias por traerme al puesto de tu primo-. Sonrió haciendo que sus ojos se volvieran unas medias lunas, lo que NamJoon siempre le había interesado era aquellas mejillas redonditas.
-No es nada, Jimin-. Palmeo el hombro de su menor quien se encontraba caminando junto con el.
-Hyung quiero preguntarte algo-. El moreno asintió mientras miraba a su compañero quien cambio de expresión a uno de angustia haciéndole preocupar
-a ti, ¿Te gustan los hombres?-.
✈
-Yo digo que esos chicos se traen algo-. Dijo picaronamente el menor presente mientras miraba como JiMin y NamJoon se iban tomados de la mano, conversando como una pareja de enamorados. Haciéndole que el pálido hirviera su sangre en el interior de el llegándole a sus mejillas y a sus manos al tenerlas un tanto apretadas.
-¿Son pareja?-. Pensó que lo había dicho en voz baja pero se equivocó hasta que escucho una carcajada de parte del primo de aquel.
-Hay Yoon, siempre malentendiendo, claro que no, se que JiMin es homosexual pero NamJoon hasta ahorita parece que tiene.-
-Asexualidad, no ha a estado con alguien. - termino el castaño quien posaba la mirada a aquel chico de ojos azules y cabello rubio, le llamaba la curiosidad sobre aquel chico. -Ninguna persona se ha interesado en NamJoon, tal vez al saber de su trastorno.- dejo de mirar el chico quien al parecer lo había notado
Iba a preguntar el pálido pero en aquel momento había sonado el timbre para irse a casa, no iba a interrumpir para que le respondieran aquella duda inquietante, salio de la universidad encontrándose con un clima nublado.
Soltó un suspiro al sentir un frío en sus manos haciéndolas meterlas mas en su Chaqueta de cuero negra, Mañana entraría a su nueva escuela solo que se quedo al ver a su primo y al oír que estaba en esa misma universidad el queridisimo NamJoon.
A la primera impresión cuando lo vio en aquel recinto mientras el rapeaba se notaba que había fijado su vista en la pequeña decoración en su cuello.
Algo que nadie había hecho menos con esa mirada de deseo, pasión y tal vez de amor algo que había pasado hace mucho, una experiencia amarga. Aunque usaría aquellos Chokers para llamar la atención de su menor. Solamente suyo
"¡B-Basta! Me duele!" resonó en su cabeza haciéndole tropezar en medio camino para su casa provocando un leve raspón en un de aquellos agujeros de su pantalón rasgado. Bufo el chico parándose y fijándose que nadie había visto el acto que había ocurrido por su torpeza. Maldijo por lo bajo al recordar esos momentos que se sentía utilizado, basura y un juguete.
«Aquel que lo hiciera de nuevo, iba a cobrar muy caro el plato rotó »
