Recuerdos Perdidos

Parte uno / Amor

Capitulo uno / ¿Quién soy?

-Haber... hoy es 17 de septiembre, dime ¿has recordado algo?- me pregunta el psicólogo –no, pero... sigo teniendo sueños extraños- le respondo -¿a, si? ¿Qué has soñado?- me sigue interrogando –estaba en... creo que era mi casa, era de día, el cielo estaba azul, se escuchaban las aves cantar, hacía calor... pero pasaba una linda y cálida brisa. Salgo descalzo de la casa, bajo por las escaleras al patio. La arena se sentía- -¿arena?- me interrumpe el psicólogo –Si, la casa, la casa es una casa en la playa, las olas se escuchaban, como arrasaba la marea, el cielo tan azul, un azul que aquí en la tierra no se ve, pero no sé qué paso, pero, de la nada, el cielo se oscureció ese azul en segundos desapareció, y empieza a aparecer un neblina, se acercaba a mí no podía moverme, llego hasta mí y no podía ver nada, me ardía, esa niebla era de un tono peculiar un color entre rojo con gris, no me dejaba respirar, todo mi cuerpo se sentía caliente, trate de volver a la casa pero, pero, la casa estaba en llamas, había fuego por todas partes, podía ver como lo que quise tanto en un momento, desapareció para el otro, pido ayuda, grito y grito, de pronto- -¿qué? ¿Qué paso?- -una mujer se asomó por el balcón, y me gritaba ¡huye, huye Joss!- -¿huir de quién? ¿Joseph?- se hace un silencio –de los de bata blanca- termino de relatar mi sueño y el psicólogo se me queda mirando sorprendido –Bueno Joseph, lo dejaremos aquí. Nos vemos mañana, y no creas todo lo que veas en tus sueños, a veces suele significar otras cosas, el señor se levanta y se va, miro a la parte superior de la puerta donde hay un cronometro y solo quedan 15 segundos –ella, yo, yo ¡yo me llamo joss!-

El cronometro llega a cero y vuelve a empezar

18 de Septiembre

"Todos mis pensamientos quedaran aquí"

-¡Ahhh! ¿Eh? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy?... ¡Aaaah!- Gracias al ruido entran dos enfermeros, uno vestía de color celeste y otro de color azul oscuro, este que vestía de azul oscuro cargaba un estetoscopio en el cuello.

-Aquí vamos de nuevo

-Cállate y ayúdame, señor por favor cálmese

Estos dos señores me tratan de agarrar pero no me dejo y le doy un golpe en la cara a el de celeste, el otro me agarra el brazo izquierdo y la cabeza y me empuja contra la pared –a te gusta pelear, que lindo eres al intentarlo- me dice el que me está agarrando – bueno ¡qué haces hay parado ven y duérmelo novato!- le grita el ¿al parecer el seria el jefe? –ok, ok ya voy- el de celeste saca una jeringa de uno de sus bolsillos, el otro me cubre los ojos y siento un piquete en el cuello –felices sueños minino- me dice el de azul oscuro. Me empiezo a tambalear, me dan nauseas, casi no puedo ver. Cierro los ojos y siento como si alguien me hubiera dado un batazo en la cara.

Me levanto en otra habitación algo dolido, esta vez no grito y primero inspecciono el lugar, a primera vista parecía un cuarto normal, pero luego me di cuenta que era una habitación de hospital, las paredes eran de un tono blanco, en el medio de la habitación había una mesa de roble que llegaba hasta mis rodillas, al lado de ellas habían dos sillas que al parecer eran de la misma calidad, la cama en la que me levante era de metal, con un colchón de plumas algo dañado, aunque era muy cómodo. Encima de la puerta había un reloj, marcaba las diez y veinte tres de la mañana. En una de las paredes había escrito muchas veces la palabra "recuerda".

En la pared que estaba detrás de la cama había algo parecido como un mapa mental, tenía muchas imágenes y palabras escritas en él, algo confuso. Trato de buscar el inicio y me pongo a leer –me llamo Joseph, un nombre extraño, tengo 29 años, nací en el reino unido, viví el mayor de mis tiempos en Londres, me vine a trabajar en Islandia. Un día mientras iba al trabajo en auto sufrí un grave accidente en auto que me dejo gravemente golpeado el cerebro, los doctores no saben cómo sobreviví a la cirugía, pero no todo termino bien, la parte de mi cerebro que hace el proceso de memorizar y recordar quedo en mal funcionamiento, al final de cada 7 días, vuel... vuelvo a perder la memoria. Yo tenía una hija, ella murió en el accidente, ese día era el día de llevar a tu hija al trabajo.