SHOW ME ABOUT ME (Chansoo)

ᴘʀᴇáᴍʙᴜʟᴏ

—Corre Kyung... Supongo que ya no hay nadie en casa y ya podemos irnos— Aquella grave voz alarmó al mencionado, haciendo que abriera sus ojos.

—Supongo, ya es algo tarde. Ya voy...— Inmediatamente al oírle, notó su sonrisa aparecer mientras acomodaba sus gafas, levantándose rápidamente del pasto húmedo, limpiando con una mano su pantalón y con la otra tomando sus cosas. Mientras le daba una última mirada al hermoso cielo vespertino en tonos pastel, para después de unos segundos encontrarse con que su acompañante se había adelatado lo suficiente como para ya no hacerlo divisible   —¡Oye, esperame!— Gritaba entre risas y corriendo detrás de una larga y delgada silueta iluminada por una cegadora luz, borrándose cualquier recuerdo antes o después de haber visto eso.

•••

—¿Entonces él no recuerda absolutamente nada, hijo?— Preocupación, es lo que esa voz tenía.

—No trato de decir eso, señora Do— Musitó —Por ahora es incierto lo que él muchacho recuerda, hasta que recobre la conciencia sabremos qué tan grave es la amnesia y podremos diagnosticar el tipo, el impacto que hubo en su cabeza fue muy fuerte. Dé gracias al cielo que él sigue con vida, Señora Do.— Un suspiro pesado y un silencio, es lo que pude oír. —Disculpe, tengo que ir a atender a otros pacientes— Después de eso, se pudo oír la puerta cerrarse.

Mi cabeza y mi cuerpo me dolían, no podía abrir mis ojos por la pesadez de estos. En mi cabeza no había nada, aún no recuerdo ni quien soy, lo único que pareciese mío, es aquel sobrenombre... Kyung.

Me moví con debilidad, intentando salir de aquella posición que me estaba matando, sentía como si hubiese estado de esa manera por días, tal vez meses...

—¿Hijo? ¿Kyungsoo?— Los pasos acelerados en mi dirección, hacían eco.

Kyung... Kyungsoo.

Concuerda con aquel sueño.

Tal vez esa persona me hablaba a mí, tal vez esa persona sabía quién era yo en verdad, tal vez sabría quien es aquella persona que me hablaba en mis sueños.

—¿Me oyes?— Se oían muchos sentimientos en esa temblorosa voz.

—Si... — Susurré como pude aun con los ojos cerrados.

—¡Hijo!— Sentí como unas tibias manos tomaban las mias cuidadosamente. —¡SIWON... Ay, digo... DOCTOR... YA DESPERTÓ MI HIJO!— La emocionada voz de la que supongo, era mí madre, retumbaba en toda la habitación, causándome un leve dolor de cabeza,  obligándome a abrir lentamente mis ojos.

—¿Como?— Él mencionado al entrar, quedó asombrado de verme despierto. —Apenas lo dejo un momento y ya despierta, joven— Una risa irónica salio de él, provocandonos gracia. —¿Qué tal te sientes después de haber estado en coma por dos semanas y media? Mí madre también estaba preocupada por ti— Sonreía con los brazos cruzados.

—De la fregada...— Bufé un poco adolorido, sintiéndo de alguna inusual manera qué ya conocía a aquel doctor, mientras intentaba reincorporarme en aquella incómoda cama. —¿Donde estoy?— Miré a los alrededores.

—Estas en el hospital, muchacho.

—¿Qué hago aquí?

—Tsk... Muy preguntón, cómo siempre— El doctor se acercó lentamente a nosotros con una mueca en su rostro, negando. —Espero no hayas olvidado para que viene una persona al hospital— Bufó

—Ja— Bufé irónico —¿Me cree tarado?

—Pues no sé— Rascó su mentón —Puede ser, porque para ser un adolescente... Eres realmente aburrido— Negó con su cabeza y las cejas alzadas, sonaba conocer un poco de mí.