Poco después del juramento de sangre no quiso salir de su casa en días, ni siquiera quería estar con sus amigos hasta que un día y sin avisar los 6 chicos llegaron a su casa con emparedados, sodas, dulces, el judío no sabia porque lo visitaban... Poco después Stan recordó que era su cumpleaños y nunca sintió tanto la amistad como en ese momento.
