"Lo supe en cuanto te vi"

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"No quiero despertar, mi cama es demasiado cómoda" pensó mientras se revolvía en su cama. Escuchó la puerta abrirse y pudo ver un ojo asomarse a través de ella. Fabiola abrió los ojos espantada por aquella visión, una risa algo nasal se escuchó del otro lado del umbral. "Voy a matarte..." se quejó. Su corazón aun latía rápidamente del susto.

"No lo harás, respira profundo y mira honey" respondió el ser que por alguna razón le gustaba vivir su vida al límite, pero ella decidió hacerle caso y respirar profundo, de esa manera aprovechaba aquella oportunidad para reprimir sus deseos asesinos. Observó y vio unas manos irrumpir el umbral con una hoja de papel que tenía impreso "Ambrosia". Fabiola torció los ojos y sonrió, era su lugar favorito para desayunar, ella amaba los huevos benedictinos sobre waffles y tocino, bañados en salsa holandesa.

"Podrás vivir un día más..." tapó su cara con la almohada. Su cabeza atravesó la puerta con una estúpida sonrisa y preguntó: "¿Chocolate?" Separó su almohada hasta la mitad de su rostro para dejar ver una sonrisa a la persona tras la puerta.

"Feliz cumpleaños" continúo aquella persona sonriendo y finalmente entrando a la habitación. Se sentó a lado de la cumpleañera y le extendió la taza, mientras esta se acomodaba en la cama para sentarse. "Cuidado, está caliente" advirtió. La habitación era un congelador gracias al aire acondicionador, por lo que algo caliente era perfecto para despertar. Su irruptor se puso de pie casi de un brinco. "Que comiencen las sorpresas, me he aguantado POR MESES, perra". La pendeja de su mejor amiga, con la que vivía, parecía más emocionada que ella por mostrar lo que había preparado para conmemorar la ocasión. "Primero, TACHAN" mostró en una especie de brinco extendiendo sus manos. Un poster en cada mano, con sus personajes favoritos de anime. Fabiola gritó de emoción.

Julieta, estaba extremadamente feliz por la reacción de su también, mejor amiga. Los ojos de Fabiola brillaban de felicidad, prácticamente se babeaba al notar a sus husbandos impresos frente a ella. "¡Siguiente!" gritó Julieta.

De esa forma, regalo tras regalo ambas formaron un carnaval en la habitación de Fabiola gritando como las locas que eran.

"Báñate y vístete, la comida nos espera" dijo Julieta brincando.

Julieta era demasiado entusiasta cuando algo le emocionaba, era la reina del drama y del inframundo como les gustaba bromear a ese par.

...

Una vez en el restaurante la cumpleañera pudo disfrutar de su desayuno preferido, luego Julieta arrastró a Fabiola por toda la cuidad asegurándose de que su amiga tuviera el mejor de los cumpleaños.

"Espero que estés lista para tu sorpresa final" dijo introduciendo malicia al ambiente. Ambas iban en el carro de Julieta, Fabiola no tenía idea cuál sería su próximo destino, Julieta era impredecible si ésta se lo proponía.

"Loca" se burló Fabiola.

"¿Tu punto?" se defendió Julieta divertida. Fabiola solo meneó la cabeza y se rio.

"¿Ahora qué?" Se resignó Fabiola dejando caer su cabeza sobre el cabecero de su asiento.

"Tengo MUCHO que contarte, no lo había hecho hasta ahora porque quería mantener el lugar anónimo y si te contaba no dejarías de pedir los detalles" confesó. "Conocí a mi futuro esposo" rio. Julieta se sonrojó. "Pero eso y esto no tiene nada que ver, yo asecharé a mi presa mientras tú te divertirás con la presa de tu elección" se apresuró a decir.

"Mira perra, desembucha" se acomodó Fabiola en el asiento. Su amiga rio.

"Se llama Law, es un sueño hecho realidad" Julieta balbuceo todo el camino sobre lo perfecto que era el hombre que había conocido en aquél lugar que todavía permanecía en el anonimato para Fabiola. "¿Y sus tatuajes? ¡Santa virgen de la papaya!" su amiga estaba loca, no había nada más que decir, pero era precisamente eso lo que la hacía ser especial para su mejor amiga.

Host Club [Zoro x Personaje Original]Where stories live. Discover now