«Estás entre lo que quiero tener y lo que me da miedo tener».
Música ensordecedora, ambiente húmedo y candente, cuerpos sudorosos moviéndose al compás de la canción electrónica y, sobre todo, alcohol... Mucho alcohol.
Shouto e Izuku observaban todo esto desde un rincón, sin saber cómo actuar ante una situación semejante. Iida y Uraraka los habían invitado a un "lugar interesante" para que se distrajeran de todo el trabajo y estrés que conllevaba esto, pero no pensaron que dicho sitio sería una discoteca llena de gente con elevados niveles de hormonas.
El área estaba tan concurrida que, en algún momento, terminaron separándose del par, por lo que no tuvieron más opción que ir a una parte despejada para tener una mejor visión de los alrededores. Llevaban 20 minutos así, y aún no los encontraban.
Soltando un suspiro de cansancio y resignación, Izuku dirigió su mirada hacia su pareja. Shouto observaba con sus siempre impasibles ojos a la multitud, buscando una melena castaña, o un chico alto con anteojos y movimientos de robot.
Cualquiera diría que el de cabello bicolor estaba totalmente relajado y ajeno a los sucesos, pero al ojiverde no le podía engañar. Esa postura recta y rígida, sus manos tamborileando a sus costados, y ese tic prácticamente imperceptible que tenía en la ceja demostraba cuán incómodo estaba.
—Shouto, ¿Quieres algo de beber? —El aludido asintió, sin detener su búsqueda ni por un segundo. Quería salir de allí.
El peliverde fue a la barra y pidió dos tragos aleatorios con un montón de hielo. Todos los cuerpos bailando en el mismo sitio provocaba que la temperatura aumentara considerablemente, necesitaba refrescarse.
Al recibir su pedido, fue hacia el de ojos heterocromáticos, tendiéndole su vaso cuando estuvo lo suficientemente cerca. Este último lo recibió y bebió rápidamente; al parecer no era el único acalorado.
—Oh, está bueno. ¿Qué es? —Izuku se encogió de hombros.
—Pedí un trago cualquiera, tenía sed—. Y continuaron disfrutando del líquido desconocido.
El trago se convirtió en dos, luego tres, hasta el punto de que perdieron la cuenta de cuánto habían bebido. Los efectos del alcohol no se hicieron esperar, estaban mareados, acalorados y, de alguna forma, más animados y desinhibidos. Les resultaba difícil estar quietos.
En ese momento, la música cambió a una más atrayente, seductora. La gente dejó los movimientos animados y eufóricos, para darle paso a unos más lentos, bailando al ritmo de "I'm a slave 4 U", de Britney Spears.
Izuku y Shouto se miraron, viendo uno en el otro cierto brillo en sus ojos, no sabían si era producto del alcohol o algo más. Pero eso era lo de menos, lo que querían ahora era bailar, moverse, disfrutar a lo grande y no pensar más, por lo que ambos se dirigieron con pasos tambaleantes hacia la pista, en el centro de todo, y se dispusieron a imitar a los demás.
All you people look at me like I'm a little girl
Well, did you ever think it be ok for me to step into this world?
Always saying «Little girl don't step into the glow»
Well, I'm just trying to find out why
Cause dancing's what I love.
Shouto rodeó el cuello de Izuku con sus brazos, mientras este último lo agarraba de la cintura. Ambos se movían lento, acercándose poco a poco. Disfrutando de las ansias que tenían por tocarse más.
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Ritmo y baile #DekuTodoWeek2017
FanfictionMúsica, alcohol y diversión. Eso es lo que casi siempre se encuentra en las discos. Después de todo, las personas tienen derecho a relajarse después del trabajo duro... ...¿Verdad? One-Shot #2: Fetiches/Kink. Esta historia ha sido creada con el fin...