NO ME OLVIDES

Libro I, Sakura | Capítulo I: Un pétalo azul.

Sakura Haruno era una estudiante de preparatoria cursando su último año. Iba a graduarse como la mejor de su clase. Amaba su ciudad, y soñaba con, algún día, convertirse en doctora.

El sol alumbraba pesadamente en el patio de la escuela. Sakura observó atentamente su sombra. Apuntaba hacia el norte.

Ya es medio día.

La clase de deportes había sido especialmente aburrida. Sabía exactamente la razón: él no había asistido a ella. Los chicos de su clase habían sido castigados con deberes extra el resto del día. Y, como si quisieran fastidiarla, habían dedicado la clase entera a ejercicios aeróbicos sencillos. Nada de eso representaba un gran esfuerzo para ella. Deseaba sentir la tensión de sus músculos ante el ejercicio físico pesado.

Estiraba distraídamente sus músculos mientras su amiga charlaba con evidente emoción sobre su cita con el chico que le gustaba.

-... creí que había sido un desastre, pero Sai parecía tan feliz. No se quejó ni una sola vez. Yo estaba furiosa, desde luego, pero el verlo tan sonriente simplemente me tranquilizó...

Ino Yamanaka era la chica más popular de la escuela. Llevaba su largo cabello rubio platinado recogido en una elegante coleta. Tenía tez blanca y unos traviesos ojos azul índigo. Era la orgullosa heredera del Clan Yamanaka, y su mejor amiga. Para alivio de Sakura, Ino estaba enamorada de Sai, uno de los chicos de su clase, lo que significaba que ya no compartían interés amoroso por el mismo chico.

-¿Y te besó?- se interesó Sakura.

-No- Ino se entristeció ligeramente- Pero, tampoco lo esperaba. Ya sabes como es. Si la siguiente vez no lo hace, definitivamente lo haré yo.

Sakura soltó una risita. Esa clase de cosas eran típicas de Ino.

Sonó un agudo pitido indicando el final de la clase.

Sakura e Ino enfilaron de regreso al salón de clases, aun charlando. Al entrar al aula, los ojos de Sakura recorrieron cada centímetro con urgencia, esperando encontrar lo que tanto anhelaba ver, pero él no había llegado aún.

Sakura soltó un largo suspiro, resignada. Ino rio con ganas y le dedicó una mirada cargada de ternura, comprendiendo la situación.

Derrotada, Sakura camino sin prisa hacia su pupitre, pero se detuvo en secó al notar un pequeño rollo de papel de seda sobre él. Ino y Sakura intercambiaron una mirada curiosa y, con absoluta coordinación, se lanzaron hacia el fino papel. Sakura desató cuidadosamente el delicado listón azul que sujetaba en un moño el trozo de papel enrollado.

Al abrirlo, Sakura se quedó anonadada. Tenía una sola línea escrita en él con letra pulcra y estilizada. Sakura se sonrojó.

Levantó la mirada, buscando la de su amiga, pero Ino seguía con la vista fija en la nota. De pronto, un movimiento rápido captó la atención de Sakura. Justo en el marco de la puerta estaba él, mirándola con sus profundos ojos negros.

Sasuke...

...

Seis de la mañana.

El despertador sonó, insistente, avisando que era hora de levantarse. Sakura se removió, irritada. Estiró una mano intentando alcanzar el ruidoso aparato, y en el camino sus dedos tropezaron con un delicado pedazo de papel. De pronto, todo el fastidio y cansancio desaparecieron. Casi como si viniera de un sueño, recordó el acontecimiento del día anterior. Para cualquier persona en su posición podría ser completamente insignificante, pero para ella era la esperanza que tanto había deseado.