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Este fic pertenece a la #kiriasuweek2017

Día 6, tema (?

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•Mar, abismo sin retorno•

El mar encanta, el mar mata, conmueve, asusta, también hace reír, y a veces desaparece...







Asuna, él te escoltará hasta Japón...

¿Padre quiere explicarme porqué no puedo viajar en un barco de pasajeros como lo haría la gente común? ¿Y qué sabemos de este tipejo? ¿Por qué le encomienda usted la seguridad de su única hija?

Más respeto, milady... este «tipejo» tiene nombre, y créame es el marinero más experimentado que usted puede conseguir en estas tierras...

¡Encima es un insolente! ¿Lo oye? ¡Padre, usted pretende que...!
—Este tema está zanjado, Asuna... y así como ves, este joven es la persona más idónea para realizar el trabajo. Ya he pagado cada moneda de oro por este viaje, así que no hay marcha atrás...

¡N—No puedo creerlo!

Kazuto perdona a mi hija... A veces Asuna actúa como una niña mimada...

¿Ni-niña mimada...?

Me doy cuenta, milord. Pero no se preocupe... mi temple está perfectamente preparado para tratar con la señorita...

¿Lo has oído Asuna?

¡Me largo de aquí!

¿Asuna...? ¿Asuna que haces? ¡Regresa aquí!

...

Te ruego que dispenses los modales de mi hija, Kazuto... es una buena niña, solo algo caprichosa... Toda la vida ha hecho su santa voluntad sin que su madre o yo nos opusiéramos a ello... Es una heredera después de todo por lo que jamás se le ha negado nada...

Jejejeje, no tiene que darme explicaciones, milord... sabré como «lidiar» con ella sin problemas...

Eso espero... Y recuerda por favor, mantén este viaje en secreto... si alguien de...

No debe preocuparse, en memoria de la amistad que mi padre tenía con usted guardaré todo en el más profundo anonimato. La heredera estará a salvo en mi nave... y llegará sana y salva a costas japonesas.


El sol brillaba en el cielo europeo, era verano uno muy húmedo y caluroso para variar. Kazuto se arremangó la mangas de su camisa hasta los codos para trabajar con más libertad y siguió ajustando las amarras de la embarcación. Por el rabillo del ojo creyó advertir cierto tumulto que se formaba en el puerto y alzó la vista curioso.

Trató de esconder la sonrisa que se formó en las comisuras de sus labios inútilmente al ver el espectáculo; por la explanada, directo hacia él venía caminando la joven heredera que sería su pasajera muchos días, seis meses en específico. Su particular elección de vestuario; vestido pomposo rosa, sombrero de ala ancha y sombrilla de encaje del mismo color, llamaba la atención entre tantos marineros rudos que cargaban pesadas cajas, y piratas feos que recorrían el lugar buscando emplearse, los que miraban embelesados semejante aparición.

Si esa era su idea de pasar desapercibida iba por muy mal camino. Para un viaje en barco pirata no era necesario ir vestida al último grito de la moda inglesa. Pero ese era un detalle que la heredera ignoraba.

Mar, abismo sin retornoWhere stories live. Discover now