Gryffindor

Snape y Lily

James era un niño ejemplar en muchas cosas sin dudas, bueno en los deportes, en clases, popular más sin embargo al ver como trataba a Severus se dio cuenta que nadie que tenga un buen corazón, trata así a otra persona por ser diferente.

Las cosas iban tan bien entre ellos, ambos eran sus amigos pero ella no podía ignorar el latir de su corazón ante cada gesto de Severus, las cartas, la atención poco a poco y sin darse cuenta había caído enamorada.

Los años fueron pasando mientras el amor de Lily por severus crecía, james por otra parte no cambio su forma de actuar y Lily por fin tuvo el valor para decir sus verdades a James

-

¡James aléjate de mí te lo suplico!

- ¿Pero por qué no quieres estar conmigo?

- ¿Cómo que porque? ¿Qué pregunta tan estúpida? Eres engreído y presumido, eres una pésima persona. ¿Por qué querría estar con alguien como tú James?

Lily estaba decidida a no dejar que un tipo como James empañará lo que tenía en mente.

Desde hacía tiempo había empezado a sentir algo más que una simple amistad por Severus. Sin embargo tenía miedo, miedo a que Severus la rechazará.

Severus era muy dulce y atento, siempre estaba para ella en los momentos que más lo necesitaba, pero y ¿Y si sólo la veía como una hermana o algo así?

Lily no sabía qué hacer, estaba muy confundida; sus sentimientos estaban muy revueltos.

Severus en cambio no podía dejar de pensar en Lily, si mejor amiga de la infancia y su primer y único amor.

¿Y si me animó a decirle a Lily todo lo que siento? Esa era la pregunta que Severus se hacía a diario a todas las horas del día.

Hasta que un buen día tomo aire y con el valor suficiente para decirle a Lily la niña de ojos verde profundos...

- Lily tengo que confesarte algo, desde que te conocí he estado profundamente enamorado de ti, eres la mujer más especial del mundo y quiero que lo sepas sé que tú y James tiene algo, así que tomare lo último de valor para dejarte ir.

- ¡Severus espera!

Grito Lily con todas sus fuerzas

- No te vayas tengo que confesarte algo, yo y Jame no tenemos nada y pues..

-yo también estoy enamorada de ti- solo fuerte y claro, acercándose

- Desde que me mostraste aquella vez como las flores volaban, desde la primera vez que tomaste mi mano, desde...-soltó un gemido y levanto la cara- desde que los rayos del sol iluminaban nuestras caras, desde la primera vez que dijiste mi nombre-

Lo miro a los ojos esperando alguna reacción, Severus no podía creer que esto fuera real allí parada estaba la mujer que amaba y correspondía su amor...ilusionado se acercó poniendo las manos en su suave cara, acariciando su mejilla pálida.

-Te amo Lily-

y sin más que esperar la beso

- Lily sabes cuánto tiempo espere para esto, mis noches eran largos suplicios, no dormía pensando que estarías en brazos de ese idiota holgazán de cornamenta.

Lily soltó una pequeña risa mirándole y rodando los ojos luego, esta vez estaba de acuerdo con él aunque tenía que decirlo...

-Que malo eres Severus-

Musito abrazándolo

- más sin embargo siempre seré y fui tuya.

Pasaron años y el amor de Lily y Severus fue creciendo cada día más al igual que ellos.

Tuvieron muchos obstáculos, su mayor y principal obstáculo fue James;

Éste jamás pudo aceptar que aquella niña tan hermosa y simpática haya preferido a Quejicus.

Intentó separarlos de todas las maneras posibles. Incluso llegó a darle una poción de amor a Lily; esto provocó que Severus y Lily rompieran su noviazgo por un breve lapso de tiempo; puesto que Severus se dio cuenta que Lily estaba bajo los efectos de una poción; él rápidamente preparó un antídoto.

Lily al comprender que fue lo que paso decido ponerle un punto final a esto enfrento a James por última vez, mostrándole la basura de persona que se había convertido, James no soporto esto y se marchó.

Lily y Quejicus pudieron reunirse nuevamente sin nada que detuviera e interviniera en su amor... Al terminar el colegio ambos se dedicaron a enseñar en el mundo muggle hasta que Lily quedo embarazada lo cual era una bendición y a su vez algo muy preocupante, porque de nuevo surgían los rumores de que "alguien "estaba desafiando al mundo mágico y estos tendrían que ayudar hacer frente a este nuevo acontecimiento, que solamente no ponía en peligro al mundo mágico también el muggle.

Con el tiempo concibieron a un par de gemelos, los cuales dejaron en la tutoría de Albus al ir a la guerra en la cual murieron juntos, tomados de manos con un último aliento de amor y esperanza porque habían luchado para hacer el mundo un lugar mejor para sus hijos y su amor.