Time's up

24 horas y 16 minutos antes

Faltaba un cuarto de hora para las siete. El report.

Normalmente, pasaba la tarde junto a mi hermano pero ese día Olivette se coló en nuestra habitación y estuvo toda la maldita tarde con mi hermano. Me molestó por el hecho de que no me dejaron dormir pero por otra parte me enteré de cosas muy interesantes ya que ellos pensaron que estaba echándome una siesta.

Hablaron sobre todo de Gyneth, primero, Olivette soltó que no había venido porque se había enterado de que no nos iban a pagar esta vez al donar sangre. Lo que obviamente no era verdad. Había un contrato de por medio. Y luego Olivette empezó a decir memeces de que pensaba dejar a Gyneth porque últimamente estaba muy obsesionada con las armas y bla, bla, bla. ¿Cómo puede decir eso después de tres años de relación solo porque quiera hacerse la deseable? Cerda. Menos mal que Aiden no le siguió el juego.

Sentí que alguien me daba toques en la espalda. Me giré e hice como que acababa de despertarme.

-¿Qué quieres, Aiden?

-Levanta, son casi las siete, no puedes perderte el report.- Me dio un beso en la frente y me revolvió el pelo.

Amaba las muestras de afecto de mi hermano. Me levanté. El report estaba empezando.

El emperador estaba sentado en la mesa de siempre con una taza de café a su izquierda. Era muy joven para gobernar un país. Muy joven para destruir vidas.

-Hoy no tengo mucho que decir...- se rascó la nuca con un movimiento muy artificial. Quería hacernos ver que estaba nervioso.- Lo de siempre, la crisis cada vez va a peor. La tasa de mortalidad aumenta con creces y la natalidad decae. Pero tengo una solución para la crisis. Una solución que os hará bien a todos. La anunciaré mañana en el report y es de suma importancia que lo veáis. Daré el día festivo para estar seguro de eso. Tanto niños como adultos deben verlo. Repito; es de suma importancia que lo veáis. Espero que estéis pasando un buen día.

La televisión se apagó automáticamente y el tren se paró.

Ya habíamos llegado.