Versículo 2

11 2 0
                                    

Al dia siguiente desperte y se había hecho de día. Todo estaba tranquilo los pájaros cantaban. Me dolía mucho la cabeza miré a mi alrededor y no encontré presencia alguna de mis padres, tampoco la de mi hermano. Las puertas estaban abiertas había sangre en el asiento del piloto y un poco al lado de mi asiento en donde debería estar mi hermano. Salí del auto destrozado, estaba asustado no sabía a donde recurrir. Solo era un niño, solo eso. Llame a mis padres, gritaba y gritaba. Pedía ayuda, pero nadie vino por mí. Busqué mis cosas, sabía que lo importante era la comida y el agua así que fui por ellos. Por suerte encontré la mochila de mi hermano. Adentro había dos latas de sopa instantánea, un agua potable, unos guantes rojos que usaba mi hermano para levantar pesas. También  hallé en el asiento del piloto una navaja, era la de mi padre. Me abrí paso, tenía que volver a la autopista puede que aún haya alguien por allí que pueda ayudarme a encontrar a mis padres. Seguí el camino recorrido anteriormente por el carro antes de chocar con el árbol y este me llevo a la vía. No imagine encontrarme en un lugar tan desolado como ese. Algo tuvo que haber pasado, el suelo, los autos, todo estaba cubierto en algunas partes de sangres y trozos de carnes por doquier. Además, me fije de los agujeros en el capó y las puertas. Definitivamente esos monstruos así los llamo yo, habían llegado hasta aquí y muchos dispararon para defenderse. A pesar de ser solo un niño de diez años, yo estaba consciente de lo que pasaba, sabia más de lo habitual y eso gracias a mi hermano. Así que no era un inútil después de todo.

No sabía por dónde ir, si regresar a Atlanta o dirigirme hacia la final de la autopista. Solo sabía que cualquier de los casos estaré más que muerto. Así que debiera estar atento. Camine a dirección norte. Me dije a mi mismo que regresar Atlanta es la mejor opción. Puedo llegar hasta mi casa y quedarme en el refugio si es que aún está allí. Después de esa explosión yo lo dudo. Por suerte camine sin descanso, aunque me costó toda el agua y me había quedado ya si recursos para seguir. Solo estaba a unos pasos de Atlanta, el camino sí que era largo un máximo de 1 horas caminando. Supongo que fue una tortura, mi piel estaba enrojecida. Más adelante había una gasolinera, me dirigí hacia la tienda, estaba abierta, La electricidad aun funcionaba, así que me acosté en el suelo refrescándome un poco del aire acondicionado. Estaba emocionado tenía toda una tienda de golosinas para mí solo. Pero tumbarme en el suelo y bajar mi guardia fue el peor error de mi vida. Una de esas criaturas se me acerco a paso lento, su olor era desagradable, su cara completamente destrozada. Me levanté rápidamente y Salí de la tienda despavorido. Por suerte esa cosa era muy torpe para abrir la puerta. Seguí mi camino, me sentía devastado, no me había dado tiempo de coger algunos dulces. Luego de 10 minutos de camino por fin logre observar la entrada principal de la autopista donde un letrero enorme decia: Bienvenido a Atlanta. Aunque definitivamente estaba perdido y no sabría cómo llegar hasta mi casa. En ese momento escuche unos disparos, recordé que mi hermano me decía, que si escuchaba disparos me tumbara al suelo y me arrastrara si fuera posible hasta un lugar seguro. Cogiendo dicho consejo me lancé a suelo, me arrastre hacia una camioneta y me escondí de debajo de ella. Los disparos cesaron, luego escuche la voz de algunas personas  al aparecer estaban hablando entre ellos. Eran dos, no al parecer tres. Me quede un rato a escuchar lo que decían y estar preparado para todo. ---¿Estás seguro que ha visto alguien? ---Así es, no era muy alto, de echo creo que era un niño. ---Santo dios Fernán debes tener más cuidado. ---Lo sé, no distinguía muy bien quien era. ---Y si está herido, pobre chico. Puede que este perdido. ---Sielencio mujer, ese niño debe de estar por aquí. Oye si aún estas con vida, deberías salir no te vamos hacer daño solo fue un malentendido... un fuerte golpe sonó en todos lados. Yo me había escabullido, cogí un tubo roto y me abalancé sobre ese sujeto sin pensarlo. Aunque lo esquivo con gran facilidad. ---Acaso pretendes matarme imbécil. Dice un sujeto con una gran barba y algo obeso. ---Cálmate Fernán, es solo un niño. ---Un niño, pues este niño por poco me rompe el cráneo con ese tubo. ---Y tu estando a punto de matarme con ese rifle semiautomático AR-15. Lo dije con voz temblorosa. Mis manos estaban al borde de un colapso. ---Es cierto. Tú le disparaste. ---No te metas Anthony. ---¿cómo te llamas? ---Se, se, sebas. Estoy buscando a mis padres y mi hermano mayor. En ese momento Rompí a llorar. Al fin y al cabo, solo era un niño.



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 03, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tomo 0 de la Biblia Apocaliptica de los Supervivientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora