¿Serías capaz de perdonar a alguien algo muy grave solo por qué lo amas? ¿O es más fácil alejarse de lo prohibido? Cristina es una chica tímida que ha pasado por graves problemos en su colegio donde la acosaban y maltraban.Su vida da un giro radical cuando tiene que enfrentarse a uno se sus mayores miedos, entrar a un insituto nuevo, pero un chico de ojos verdes quizá le demuestre lo que vale y le haga vivier el mejor o el peor año de su vida, porque el pasado no cambia y puede afectar el presente.
CAPITULO 1
Otra vez lo mismo. No sé porque mis padres se empeñan en arruinarme la vida, es la segunda vez que me cambio de ciudad este año. Sé que no lo hacen a propósito, necesitamos el dinero y hay que hacer lo que sea. Pero si tenemos en cuenta que no se me da bien hacer amigos y que siempre he sido la marginada no veo ningun lado positivo. Estamos a final del primer trimestre, ya he hecho los exámenes, y sí, aunque parezca increíble tengo amigos, o más bien tenía. Tengo que cambiarme de instituto y nada menos que a una hora de mi antigua ciudad. No entraré al instituto hasta el comiendo del segundo trimestre, se lo pedí o exigí, como quieras llamarlo a mis padres.
Nuestra casa nueva no es muy grande, pero lo suficiente para tres personas. Está en el centro de la ciudad, por lo que ya me puedo ir olvidando del coche de mis padres, me tocará ir a todos lados a patita. Dios mío no aguantaba más, necesitaba salir y despejarme, me estaba deprimiendo aún más de lo que ya estoy.
-Mamá voy a salir-grité justo a punto de salir.
-¿Ahora?-preguntó mi madre con el ceño fruncido-está bien, pero no tardes en volver.
Bueno algo positivo habrá que haber en esta penosa situación.
Salí y me dirigí al parque que está a una manzana de mi casa.Lo único que me apetecía era sentarme a descansar y dejar de pensar un poco en todo. Llegué y me senté bajo un árbol bien grande para que me diera la sombra y para no sentir las miradas en mí. ¿Irónico? quizá. En mí nunca se fijaba nadie.
Un balón me dio de golpe en la cabeza haciéndome depertar. MIERDA me había quedado dormida por lo menos dos horas, y ¿por qué me duelte tanto la cabeza?
-Ah ya claro, el puto balón de un gilipollas que no tiene nada mejor que hacer en su vida-dije realmente cabreada. Ni siquiera se me pasó por la cabeza que podría haber sido un niño.
-Wow, ¿qué tenemos aquí?-dijo un chico que acababa de llegar a mí.
Era realemte guapo, con ojos azules y pelo rubio....podría quedarme emobobada mirándolo.
-Sabes preciosa me parece que estás amargada, es deprimente verte-dijo con una sonrisa malévola.
Ah ya sabía yo que tenía truco.
-No te preocupes musculitos que yo ya me iba-dije dirigiéndole una sonrisa falsa.
-Ey tío, ¿qué pasa?-dijo un chico acercandose a nosotros.
-Nada, que esta chabala intenta darme pena,¿quieres un beso bombón?solo pídemelo.
-¿Que yo intento darte pena? Tú lo que eres es gilipollas-dije casi gritando.
El castaño soltó una carcajada.
-Te ha calado bien hermano-dijo sin parar de reír.
El rubio se sonrojó levemente.
-Soy Jack-dijo el castaño de ojos tan verdes que hipnotizaban...
Dios me estaba volviendo idiota.
-Cristina-dije con una sonrisa.
-Perdona a mi hermano, aveces se comporta como un capullo.
-¿Tu hermano?, si no os pareceis en nada.