Yuri Katsuki, es el mejor patinador de todo Japón, el cual misteriosamente desapareció y nadie sabe de el, sus familiares y amigos lo buscaron por todas partes, incluso Víctor dejo de patinar hasta no encontrarlo.
Varios años habían pasado desde su...
Yuri Plisetsky era un joven de 20 años muy guapo y deseado por muchas así como uno de los mejores patinadores a su corta edad, hace cinco años siempre estaba en los terceros lugares pero tras la "muerte" del japones siempre estaba bajo la mirada de todos, pero lo que el mundo desconocía sobre el joven tigre Plisetsky es que el guardaba en lo profundo de su alma dos grandes secretos, secretos que nunca le dijo a nadie y su único confidente era su abuelo quien le ayudaba con una mentira que protegía uno de sus secretos...
...Tenia un hijo...
Aquello sin duda causaría una gran conmoción en todo el mundo y mas con los odiosos reporteros que no los dejaría en paz y menos a su pequeño, al cual bautizo con el nombre de Yuki, ya que su nombre tenia relación con su otro gran secreto.
A pesar de su edad y de ese entonces nada de experiencia, gracias al apoyo de su abuelo quien lo ayudo a cuidar de su hijo, el cual al parecer tenia una adoración por el patinaje de hielo, empezó a asistir a la misma academia que su padre a la edad de 4 años, en donde presento a todos a Yuki como su hermano menor.
Yuri llevaba a Yuki desde que era un bebe a todas las competencias que se llevaban a cabo en Rusia y lo dejaba a cargo de su abuelo, pero ahora que ya estaba un poco mas grande y el torneo se llevaba a cabo en España estaría bajo la supervisión de Yakov.
Justo en esos momentos el se encontraba en su habitación de hotel, estaban hospedados en el Hotel Rosa y tras el largo viaje el decidió dormir un largo rato, estaba cansado y con mucho sueño, sabia que Yuki estaba bien, su pequeño tigre había ido con Yakov y los demás a la pista a practicar un poco, solo esperaba que no pasara nada malo.
Habitación 206
Un pequeño azebache se estaba cambiando luego de haber regresado de correr con sus amigos y padre.
____: papá iré a la pista por un rato -informa mientras termina de alistarse.
____: mmmm ok, solo no tardes Yukio, ya sera hora de comer
Yukio: lo se papá, descuida volveré pronto...-dice el menor con una sonrisa para luego salir de la habitación cargando sus patines.
El niño esperaba pacientemente frente al elevador el cual no tardo en llegar, espero que las personas dentro de el bajaran y una vez no hubieron tantas personas ingreso en el, justo cuando las puertas se estaban cerraron un pequeño niño de unos posibles 5 años, rubio de orbes azules vestido de pies a cabeza de un conjunto rojo el cual estaba recuperando el aliento de la posible carrera que dio, Yukio noto que cargaba también unos patines como los de el.
El pequeño rubio sintió la mirada de Yukio sobre el, por lo que sin tacto ni pudor lo miro fijamente de una forma seria y fiera, la mirada característica de su padre. La mayoría de las veces aquella mirada siempre le ayuda y espantaba a los curiosos, pero en este caso no era ese, para el pequeño niño de mirada feroz veía como el otro niño mayor que el solo le miraba con una amplia sonrisa, provocaba que sus facciones se relajaran, era la primera vez que alguien que no fuera su padre y el tío Yakov no se asustaban por su mirada, aquel desconocido le estaba sonriendo gentilmente, no lo conocía y el tampoco, escucho el sonido del ascensor anunciar el piso al que habían llegado, todos salieron de ahí así como ambos infantes, los cuales caminaban a una distancia prudente ya que el pequeño tigre noto que el otro niño al igual que el llevaba patines de hielo, al final del pasillo se dividía en dos caminos y el tigre estaba por doblar al lado derecho cuando escucho la voz del otro niño detenerlo.
Yukio: ese lugar esta prohibido para los demás huéspedes...-dice suavemente debido a que era la pista reservada para la compañía Fénix, ganándose una mirada entrecerrada junto a un puchero del menor- ese lugar esta reservado, podemos patinar en la otra pista...-dice con una sonrisa mientras señalaba el otro camino que conducía a la pista pública.
El pequeño rubio camino en dirección contraria con un puchero, Yukio podría simplemente ignorarlo e ir a su pista, pero aquel niño le daba mucha curiosidad por lo que sin mas lo siguió, cuando llego a la pista habían muchas personas patinando, huéspedes lo mas seguro, el clima era bien helado como le gustaba y una sonrisa adorno su rostro y fue a un banco a colocarse sus patines con mucha emoción, una vez estuvo listo ingreso en la pista con cuido de no chocar con las personas, amaba estar en el hielo, desde muy pequeño amaba estar en el hielo puede ser que lo lleve en la sangre después de todo su padre era patinador profesional.
Empezó a patinar libremente y disfrutar del momento agradable que sentía siempre al estar en el hielo, tanto que el mismo no se dio cuenta que estaba haciendo en ese lugar algunos pasos y saltos, pero luego de sentir chocar con algo o alguien abrió sus ojos para ver que aquel niño que conoció en el elevador se había aferrado a sus piernas sorprendiéndolo en el acto así como escuchaba unos gritos a la lejanía de un hombre mayor diciendo cosas que no comprendía en un idioma extranjero.
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Las demás personas patinaban aun a pesar de los gritos del señor que al parecer le hablaban al pequeño que se aferraba a las piernas de Yukio.
Yukio: etto...creo que te están hablando...-le dice algo apenado al menor mientras miraba al señor mayor, el cual se giro a ver y su mirada fiera cambio a una alegra y pronuncio una palabra en ruso que Yukio sabia que significaba- ¿Es tu abuelo?-pregunto con una sonrisa a lo que el simplemente asintió- ¿Quieres que te lleve con él?-pregunto nuevamente a lo que recibió una negación- Oh...entonces, ¿Cual es tu nombre?-pregunto con una sonrisa.
____: ...-lo mira fijamente por un rato, como si lo estuviera analizando y con un pequeño pero tierno sonrojo le respondio-...Yuki...-dice en un casi susurro.
Yukio: Yuki~ -dice su nombre con una sonrisa- que curioso, nuestros nombres se parecen~ Yo soy Yukio, un placer conocerte Yuki~ -exclama el azebache.
Yuki: igualmente...Yukio...-dice aun con su notable pero tierno sonrojo.
Yukio: ¿Quieres patinar conmigo? -dice tomando gentilmente su mano a lo que recibió una pequeña sonrisa por parte del otro niño.
Ambos niños empezaron a patinar juntos y divertirse como nunca, pero lo que no sabían es que no muy lejos de ahí, justamente en la entrada de la pista estaba Yuri Plisetsky el cual había ido a patinar con su hijo pero se topo con verlo patinar con un niñoayor con el pero lo que lo dejo helado era el parecido que tenia con...
Yurio: ...Katsudon...-murmuró realmente sorprendido y petrificado al ver el gran parecido de aquel niño junto a su hijo, era idéntico al japones, aunque lo único diferente eran sus ojos, los ojos de Yuri Katsuki era como almendrados mientras los del niño era como color miel- ...¿S-Sera...p-posible?...-decía con una leve esperanza y un gran miedo, dentro de su mente rondaba y daba vueltas la respuesta a su pregunta, mas tenia miedo de decirlo y de acertarlo.
¿Sera posible que ese niño sea el hijo de Yuri Katsuki?