Epílogo.

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Epílogo.

Faltaban dos días para la boda y prácticamente estaba todo listo; debido a que los novios son personas muy previsoras que gustan de planear las cosas con tiempo y considerar los posibles obstáculos, además de contar con una considerable cantidad de dinero para los gastos gracias a la fortuna de él, a dos días del evento sólo faltaban las flores, el pastel y el banquete, mismos que por razones obvias serían entregados en el momento en el que se requirieran. Así pues, Lily se encontraba más tranquila de lo esperado aunque seguía conservando una sensación de pesadez en el estómago, sitio en donde siempre se asentaban sus inquietudes. Por supuesto, por más que tuviera el asunto bien planeado, ella no podía prever la sorpresa que le cayó faltando dos días para casarse con Genzo.

Daisuke Wakabayashi se presentó en su departamento en Múnich, en donde pasaría sus últimas dos noches de soltera (si Akira no hubiera repudiado a su futura nuera, muy seguramente la boda se hubiese realizado en Japón, pero dado que no era así, Genzo y Lily se casarían en Alemania), pidiendo hablar con ella. Cuando Lily lo vio parado a la entrada de su departamento, llevando el estuche del Corazón del Bosque entre las manos, tuvo un mal presentimiento. ¿Cómo era que el abuelo de Genzo tenía esa joya, si se suponía que éste se la había devuelto a Akira?

El abuelo de los Wakabayashi pidió hablar con ella a solas, y Elieth aceptó de buena gana ir a la florería a asegurarse que las flores serían entregadas a tiempo, dejando a Lily preparando café para su futuro abue-suegro. Éste se notaba tan incómodo como ella, a pesar de que Daisuke Wakabayashi era el único integrante de su familia que aceptaba a Lily como pareja de Genzo y la apreciaba como a una nieta. Tras tomar media taza de café y comerse un écclair, de hablar de detalles de la boda y de cosas varias, al fin el hombre se animó a tocar el tema que lo había llevado hasta ahí.

- Te sorprenderá que haya venido a verte a tan pocos días de la boda, Yuri.- Daisuke Wakabayashi era la única otra persona en el mundo que la llamaba con su apodo japonés, además de Genzo.- Pero necesito entregarte esto...

El hombre no se contentó con ofrecerle el estuche de terciopelo, también lo abrió para que ella pudiera ver su contenido. El Corazón del Bosque brilló con su acostumbrada frialdad, saludando a Lily con cierta sorna, casi como preguntando: "¿Acaso pensabas que te ibas a librar de mí?". La joven no supo que decir y, por supuesto, se negó a aceptarle el estuche.

- Me sorprendí mucho cuando mi hijo me buscó para decirme que Genzo le había regresado esta joya. Akira estaba feliz, debo admitirlo, pero yo no porque sabía que el rechazo había provenido de ti.- continuó Daisuke Wakabayashi, algo nervioso.- Hablé con Genzo y él me lo confirmó, e incluso me explicó las razones por las cuales te negaste a quedarte con el collar.

Daisuke Wakabayashi se veía realmente decepcionado; Lily trató de decir algo que no sonara como una justificación apresurada, pero él depositó la caja en la mesita de cristal de la sala y levantó una mano para pedirle que lo dejara continuar.

- Sé que debes odiarnos a todos los Wakabayashi, con excepción hecha, claro está, de mi nieto, o no aceptarías casarte con él.- dijo el hombre.- Y estás en tu justo derecho. Mi hijo se ha comportado como un verdadero imbécil, y con el afán de justificarlo por el hecho de ser mi hijo, te diré que eso lo sacó de su madre. No lo imbécil sino esas ideas que tiene acerca de que un japonés sólo puede casarse con una japonesa. Akira sólo sigue la ideología que ha mantenido la familia de mi mujer por años, pero has de saber que yo no la comparto; desgraciadamente no pude convencer a mi hijo de aceptar mis creencias. Sé también que mi nieta Eriko ha sido una férrea defensora de la idea de que Genzo no se case contigo, y que ha hecho todo lo que está en su poder para evitarlo.

El comienzo de nuestra Leyenda [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora