¡No, es un Hasta Luego!

Episodio XXX

Esta historia comenzara
desde el capitulo 30

—Kim SeokJin— dijo una chica pelicastaña hasta los hombros, ojos color chocolate y una maravilla de carácter alegre, el chico alzo la mirada para verla, ella solo sonrió abrazando al chico. —Feliz cumpleaños hermanito— la pequeña le dio una pequeña caja, el la acepto con esa sonrisa fingida que todos creían, ella sonrió y se fue dando saltitos alejándose de el.

El chico suspiro agobiado ante todo esto de su cumpleaños le molestaba ya que nunca le gustaron desde que tenia 13 años, siempre era lo mismo; invitar a familiares, comida de siempre y sobre todo el mismo sabor de pastel. Realmente prefería estar solo por solo, solo una vez en su corta vida de adolescente a adulto maduro.

Sus clases habían acabado el y su pequeña hermana caminaban en silencio, no incomodo sino uno protector y alegre, eso es lo que le molestaba al mayor, el ya no recuerda la verdadera felicidad después de aquella decepción que tuvo hace 4 meses.

Al llegar a casa recibió abrazos de toda su familia, tíos, abuelos, primos hasta del vecino (literalmente), el pelirubio sonrió forzadamente dando una felicidad inmensa a su familia haciendo que todos se fueran a la cocina.

Subió a su habitación azotando la puerta por el ruido que había en el piso de abajo, pero alguien toco su puerta, suspiro y abrió encontrándose con el menor de todos sus primos, el pelirubio lo dejo entrar. El pequeño se sentó mirando atentamente su gran ejemplo a seguir y su pequeño amor.

— ¿Que pasa Kookie? — menciono realmente alegre y con esa hermosa sonrisa que hizo enamorar al menor, el pequeño castañito se sonrojo ligeramente dándoles ternura al mayor.

— Jin,¿realmente te gusta esto? — dijo con la cabeza gacha y jugando con sus dedos, el mayor se acerco a el acariciando su cabeza con afecto y amor haciendo que el menor se sonrojara mas.

— Kookie, me gusta convivir con ustedes pero...— pauso para tomar una bocanada de aire para terminar de hablar. — prefiero estar solo y estar contigo— le dio un beso en la frente haciendo que el menor lo abrazara fuertemente siendo correspondido por el mayor.

Ambos bajaron tomados de la mano, hicieron lo de siempre en cada cumpleaños lo mismo de siempre pero había algo totalmente diferente toda la fiesta fue organizada por el pequeño Kim Jungkook. Eso alegraba al mayor ya que no eran las tonterías de sus padres. La hora de cortar el pastel llego, todos cantaban la canción de tradición al terminar aplaudieron todos

—Vamos hijo pide un deseo y apaga las velas— dijo la madre contenta y orgullosa del hijo que a tenido, el pelirubio miro a su madre, familia y hasta su pequeño primo Kookie y suspiro

— Deseo estar solo con Jungkook una sola vez en mi cumpleaños...y no sufrir de nuevo — apago las velas, al apagarlas la familia comió gustosos el pastel, el pequeño Jungkook dejo su plato con medio pastel ya que muchos le hacían burla por ser algo "gordo".
El pelirubio al darse cuenta dejo su plato, se acerco al pequeño abrazándolo; el pequeño con sus ojos acuosos correspondió desahogándose completamente.

Al paso del día toda la familia se iba retirando el pequeño Jungkook se despidió de su primo y se fue con sus padres tomándolos de la mano sus siluetas iban desapareciendo cada vez que se alejaban, el pelirubio subió a su habitación con todos los regalos de sus familiares.

Uno tomo total su atención tomándolo y abriéndolo llevándose una sorpresa demasiado grande para su gusto, al abrirla encontró una foto de el y con su antiguo amigo.

—Kim Namjoon...— dijo con asco y repugnancia, tirando la foto abriendo los demás encontrándose con el de su pequeño Kookie. Lo abrió ansioso ya que los regalos del pequeño eran solo cartas o corazones dentro de otro corazón, al abrirlo había una cámara con una memoria en una pequeña bolsita donde decía que había pasado en esa memoria de diferente color.

Tomo la cámara, agrego una del año 2010 Navidad, al ver el vídeo una lágrimas se hicieron presentes era cuando el pelirubio tenia 10 años ansioso de abrir sus regalos de navidad junto con su pequeño primo  ellos reían y jugaban sin parar, la cena era estupenda y todo lo demás cayendo rendidos el pelirubio abrazando al pequeño castañito.

Saco la memoria, poniéndola en donde la había sacado, sacando otra de dos años después. Inserto la memoria con  una sonrisa y aun con lágrimas en los ojos marcada ligeramente en sus mejillas.

Agosto de 2012
Entrando a su primer año de secundaria con una emoción indescriptible ya que su sonrisa no dejaba de adornar el hermoso rostro de pelirubio. Teniendo su mochila en sus hombros con su gran personaje de su niñez de un pokemon.

—¿Emocionado bebé? — cuestiono la madre grabando  su pequeño hijo ansioso y con un brillo en sus ojos por tener nuevos amigos

—¡Si madre! Hoy voy hacer muchos amigos— a la madre le pareció tierno por el gran entusiasmo que sentía.

Las lágrimas aun estaban presentes en los ojos del pelirubio recorriendo la misma ruta que la anterior aun tapando su boca por los recuerdos que se presentaban en la memoria.

Paso asi toda la noche viendo sus recuerdos cuando estaba menor, adolescente y un hombre maduro. Al no dejar de llorar cayo rendido abrazando la cámara como si fuese su más preciado tesoro diciendo una y otra vez en su cabeza "Gracias Kookie" con una sonrisa pasmada en su rostro.

En sus sueños recordaba todo momentos de incomodidad, felicidad, amorosa y de engaños por parte de muchos que se decían que eran sus amigos, pero las palabras sabias de su madre tenían razón

—No te confíes Jinnie, no todos son lo que parecen— menciono la madre a su adolescente quien sufría confusión por parte de sus amigos que estaban enojados con él

Medio dormido hablaba solo como eran de costumbre por parte de el pelirubio. Sin dejar la sonrisa que dibujaba sus labios diciendo por último

—Gracias... Mamá — abrazando una almohada quedando totalmente dormido como un bebé que acababa de conocer el mundo.

Date cuenta de lo que dicen, no te fíes de cualquiera que te hable bonito...
No te dejes chantajear.