Él

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Todos los días eran iguales hasta que uno fue diferente, pero...Que cambió exactamente?Porque el sol salió a la misma hora, y la tierra giraba como cada día.  Y yo era la misma tímida chica que nadie conocía. Entonces, que cambió ese día? Bueno, Vi unos hermosos ojos azules  andando por el pasillo de la escuela que colorearon mi gris día y que sin saberlo serian los culpable de que cambiara la forma en  que  veía la vida. Al verlos me quede hipnotizada como si me hechizaran. Él me miró, pero yo estaba tan perdida en su mirada que no me percaté de que lo incomodaba. Me sonrió tímidamente y descubrí que a esos ojos los acompañaba una perfecta sonrisa tal como cielo nevado enmarcado por unos sensuales labios color escarlata. Su tez, ni muy pálida ni muy morena, combinaba perfectamente con el marco de su cara. Cada detalle de su belleza parecía fríamente calculado por un dios perverso que  lo había creado para poner a prueba la tentación humana.

Y yo estaba ahi, siendo tan yo, siendo tan nada.  Y él estaba allá, siendo  él,  alguien que tan poco conocía y que  ya sentía que amaba. Seria como todo chico lindo?  Seguramente. Pero sentarme  a soñar que era una de esas excepciones masculinas que espera a su  amada con un interior resplandeciente, pero con  una superficie anticuada casi desastrosa, no me costaba nada. Y a cada segundo que pasaba más me sumergía en mi fantasía, en un mundo surreal donde yo corría a preguntar su nombre y el me respondía con esa luz en los ojos que tienen todos los hombres al ver una chica casi esculpida.  Pero hacer eso de nada serviría, yo lo sabia. Porque en esta vida, en esta miserable realidad él me respondería, pero lo haría para que no me sintiera herida. Él no me miraría como los caballeros miran a las damiselas en  las viejas películas. Y entonces al mirarlo por dentro yo lloraría y me diría "yo lo dije, yo lo sabia". Por eso, me quede sentada admirando su belleza, contemplando la dulce melodía que poseían sus palabras, casi inaudible desde donde  estaba sentada. Y así pasaron los minutos, las horas, los días. yo ahi, él allá. Y tal como dije, tal como suponía él nunca se percató de que  yo ahí seguía, esperando a que me fantasia fuera mi hermosa realidad. Él no volvió a mirarme  ni le importó que yo  siguiera haciéndolo porque él solo tenia ojos para mujeres de belleza afrodisiaca. Y aunque me fantasía solo eso fue, me mantuvo esperanzada,  me mantuvo llena de vida.

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2017 ⏰

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