Tu y Yo

capitulo 16

A la mañana siguiente me levanto, anoche me pase casi todo el tiempo pensando en piper. En lo que estará haciendo  si habrá visto mis llamadas perdidas, piper te metiste en mi cabeza y nublas mis pensamientos, después de tomar desayuno me dirijo a mi club había olvidado algunas cosas en él y quería ir por ellas y después me iría al pueblo quiero ver a piper, mientras voy para allá, mi teléfono suena cuando veo quien es, me doy cuenta que es Camille, atiendo el teléfono, pero lo único que escucho es que forcejea con alguien, y siento golpes, corto la llamada, y conduzco más rápido hasta mi oficina. Cuando llego cojo los papeles que había entregado Camille para ver su dirección, pero al parecer Camille está entrando por la puerta del club y se ve fatal, espero a que llegue a mi oficina, cuando entra logro ver su rostro tienes fuertes golpes en su cara, y se los cubría con los anteojos de sol.

-. Alex, necesito de tu ayuda por favor. - me dices en cuanto entra a mi oficina.

-. Que fue lo que te paso. - le digo mirando su rostro.

-. Fui a casa de mi madre ayer después de que Sali de tu oficina, pero estaba su novio en su departamento, le dije que la dejara en paz, pero él no me hiso caso, hoy fui de nuevo y el seguía hay trate de sacarlo de casa, pero me golpeo trate de llamarte, pero me quito mi teléfono. - Camille lloraba sin parar.

-. Ven aquí. - le digo mientras la pongo entre mis brazos-. Es terrible lo que te paso, ¿Qué puedo hacer por ti?

-. Bueno tengo que ir a mi antiguo pueblo a la casa de mi padre él trabaja en un rancho, me podrás llevar.

-. Si claro, ¿cómo se llama el pueblo?

-. Sun village. - en cuanto lo dijo la quede mirando, como que esta chica había vivido en el mismo pueblo que yo.

-. ¿En donde trabaja tu padre? - le pregunto

-. En el rancho vause, ¿Por qué?

-. ¿Quien es tu padre? - mi mirada no se apartaba de los suyos, quería saber quién era su padre, quien era el responsable de dejar a su hija trabajar en un club de strippers.

-. Mi papa se Manuel, él y mi madre se divorciaron hace unos años y él se volvió a casar, ahora tiene otra familia y otros hijos.

-. Está bien de llevare, vamos. - salimos de mi oficina y subimos a mi auto, en todo el camino la miraba de reojo, sabía que Manuel era un buen trabajador y que no permitiría trabajar a su hija en un lugar como el mío.

Cuando llegamos al pueblo Camille estaba durmiendo, la muevo un poco para que despierte, ella se incorpora y limpia sus ojos.

-. Ya llegamos a donde vive tu padre.

-. Por esa calle hacia Alla.

Conduzco hacia allá, miro las calles para ver si logro ver a piper, pero no tuve suerte, en cuanto llegamos Camille se baja del auto y corre hacia la puerta, la esposa de Manuel habré la puerta y abraza a Camille, la mujer llora y lo mismo hace Camille, mientras ellas hablan me quedo esperando en el auto y trato de llamar a piper, pero sigo sin tener suerte, en eso Camille viene hacia mí.

-. Gracias, mi padre está en su trabajo, te molestaría llevarme hacia allí.

-. No, es más ese rancho es mío tu padre trabaja para mí, aparte te tengo que decir que no puedes seguir trabajando para mí, tu padre es un buen trabajador y es mejor que te quedes con él.

-. Mi padre no sabe en lo que trabajo, es más casi no tengo contacto con él, las únicas veces que me llama es cuando me da dinero para la renta de mi madre nada más.

En cuanto llegamos, nos bajamos y la llevo con Manuel, veo por la ventana que piper está en la oficina hablando con alguien, pero no logro ver, llevo a Camille con su padre en cuanto la ve Manuel corre a su encuentro, al parecer jamás ella había venido al pueblo a verlo, el la abrazo y me quedo viendo.

-. Señorita vause.

-. Manuel, como van las cosas por aquí.

-. Todo bien, ella es mi hija Camille.

-. Nos conocemos no te preocupes, ella trabaja conmigo en la ciudad.

-. Y en que señorita vause.

-. En un lugar de strippers. - en cuanto digo eso Manuel queda viendo a su hija con desaprobación-. Pero ella no trabaja como las demás chicas ella es mi secretaria personal ella no está abajo con las demás, ningún hombre la toca de eso no te preocupes, bueno los dejo tengo que ir ver a piper ella está en la oficina.

Los dejo para que ellos hablen ,me dirijo a ver piper en cuanto abro la puerto veo algo que no me lo esperaba, silvi tenía de la cintura a piper y estaban muy cerca casi podía jurar que se estaban besando, en cuanto entro mi sonrisa desaparece y mis sentimientos se congelan, no sabía lo que estaba pasando aquí pero tampoco quería saber, no era posible que en cuanto piper volviera ella iría corriendo hacia silvi, era algo que no podía imaginar.

-. Buenas tardes piper, necesito que me muestres los ingresos de estos últimos días. - no puedo mirarla me siento en mi escritorio y silvi me queda viendo con una sonrisa maliciosa en su rostro.

-. Alex yo, solo estaba...

-. Señorita vause, no te he dado el permiso para tutearme.

La miro fijamente, ella en un gesto le pide a silvi que se valla, en cuanto ella sale de la oficina, piper se sienta frente a mí, solo me mira, nuestros ojos se encuentran, mi rostro es serio y frio mientras que el de ella es más triste y confuso.

-. No sabía que llegabas hoy, pensé que no te vería hasta terminar la semana. - me dice evitando mi mirada.

-. Es claro que no me esperabas, pero cuéntame cómo van las cosas por aquí. - le digo sin dejar de mirarla.

-. Están bien, Manuel a traído nuevos clientes para el rancho él es un buen encargado.

-. Así es, por lo visto es el único que hace su trabajo aquí. - no dejo de mirarla, quiero que trate de explicar lo que acabo de ver, pero no lo hace mierda por qué no lo hace, ella se para y va hacia la salida, mi corazón corre a mil por hora, por favor dime que estoy equivocada y que no volviste con ella, pero sale de mi oficina y me quedo con mis sentimientos metidos en mi trasero.

Paso toda la tarde, revisando que las cosas anden bien, pero en realidad me quede por quería ver si piper volvía, pero no fue así, quería saber que mierda había pasado para que, estuviéramos tan distanciadas si tan solo había pasado dos días que había podido pasar en dos días para que ella volviera a caer en las garras de silvi.