Capítulo 1.

127 9 0
                                    

- ¿Pero por qué? -dije un poco asustada. Esto no me podía estar pasando, no ahora.

- Lo siento ____, pero tenemos que despedir a una persona y tú has sido la última en llegar, no te lo tomes como algo personal.. -dijo con una sonrisa.

- Pero esto no es justo. -dije mientras recogía mis cosas y salía.

¿Por qué a mí? esto no puede estar pasando. Necesito el dinero para poder pagar la casa, sino tendré que irme.

Después de pensar en lo que haría me fui a mi casa, que no lo sería por mucho tiempo sino encontraba un  trabajo .

Cuando llegué, me senté en el sofá y volví a pensar en que tenía que buscar un trabajo.

- Y así llevo un mes -le digo a mi amiga Paula después de narrarle lo sucedido. Suspiro cansada. Llevo un mes con lo mismo. Trabajo por aquí, trabajo por allá. ¡Pero en ninguno me aceptan!

- Y ¿por qué no buscas trabajo en internet? A lo mejor encuentras algo interesante -sugiere ella encogiéndose de hombros.

- No sé, en internet no suele haber nada bueno -Contesto un poco desanimada. ¿Crees que no lo he hecho ya? 

- Por intentarlo no pasa nada, ¿no?-me sonríe animándome.

- Esta bien buscaré -aprieto la mandíbula rendida ante la propuesta de mi amiga. Lo volveré a hacer.

- Muy bien, pero ahora me tengo que ir, nos vemos -se despide dándome un beso en la mejilla-. Suerte -susurra antes de salir por la puerta de mi casa.

Cuando se finalmente se va, voy hasta mi habitación, cojo mi portátil y vuelvo al comedor.

Enciendo el ordenador y pongo  en Google: "Trabajos en España" y enseguida me aparecen muchas tipos de ofertas de trabajo. Voy bajando la barrita y no me gusta ninguno ya que están muy lejos, no pagan mucho o simplemente son ridículos. Así que después de estar casi una hora buscando sin encontrar ninguno que valiera la pena, decido apagar el portátil e irme a comer algo. Me levanto, camino a la cocina y agarro una manzana. Cuando me la acabo decido irme a dar una vuelta para despejarme un poco.

Voy caminando por la calle pensando en mi situación económica. Me adentro en un Starbucks de la zona, pido un Esspreso.

Salgo con mi bebida en la mano hacia un parque cercano, busco un banco y me siento a contemplar todo.

En frente de mí hay una niña y un niño de unos 5 años jugando al pilla pilla, corriendo de un lado para otro, riendo con sus voces dulces. El niño esta vez persigue a la niña, pero en un intento de huir, la niña se tropie,a con un palo que hay en el suelo. Comienza a llorar y el niño intenta consolarla. Me acerco a ayudarla.

- ¿Estás bien? - Me pongo de cuclillas a su altura.

- Me he caído y me he hecho daño en la rodilla - Solloza la niña tocándose la herida.

- Déjame ver -Digo mientras levanto el pantalón con cuidado de la niña mientras se queja-. Solo es un rasguño, ¿y vuestros padres?

- Estaban en unos bancos mas allá -dice el niño ayudando a su amiga a levantarse. Yo lo imito.

- ¿Aún te duele? -le pregunto y ella niega con la cabeza mientras se quita algunas lágrimas.

- Gracias -dice la niña mientras me abraza dulcemente. Yo se lo respondo.

- De nada -se separa y sonríe.

- Vamos a jugar -dice el niño tirando de ella. 

- ¿Te vienes con nosotros? -pregunta la niña suplicando.

- Está bien, pero solo un ratito -digo riendo y la niña me coge de la mano.

- Quiero un helado -pide el niño.

- Yo tambien -refunfuña la niña-. Mi madre me dio 5 euros, vamos a comprarlos.

Nos dirigimos hacia una tiendecita y los compran de sabor a chocolate.

La niña se acerca a mí a darme la mano tímidamente, pero por error,  vuelve a tropezar con sus pies, así cayendo ella nuevamente al suelo y el helado terminando en mi camiseta, manchándola de chocolate. Me resulta ligeramente graciosa su torpeza.

- Lo siento -dice la niña sollozando mientras se levanta.

- Tranquila -le digo ayudándola-. Me voy a mi casa que ya es tarde, y no puedo ir con estas pintas -me río señalando mi camiseta manchada.

Me vuelvo tranquilamente por donde he venido para volver a mi departamento. 

La conversación con Paula se ha vuelto muy larga desde que llegó por la mañana. Está preocupada por mi estado económico, y la verdad es que yo también. Ella sigue obsesionada con internet, dice que seguro encontraré trabajo en alguna página web, pero sinceramente no me fío de internet, ¿quién sabe?, a lo mejor algún trabajo es mentira y me secuestran o algo... ____ deja de inventar, no pasará nada. Mañana volveré a buscar algún trabajo ''decente'' que paguen lo suficiente y, si puede ser, no me tenga que ir a otro sitio, estar en Madrid. Soy una chica a la cual no le gusta salir de su cuidad, la cuidad en la cual he pasado todos los días de mi vida, y espero pasar los próximos también aquí, y más en mi casa, no debajo de un puente durmiendo con una manta la cual solo me tapa los pies. Si, ese creo que es mi 'estupendo' futuro si no encuentro un trabajo ya.

Dejando mis pensamientos de lado, me adentro a mi casa, cansada. Pesadamente me tumbo en el sofá y enciendo la televisión.

Nunca hacen nada interesante en la televisión. NUNCA. Paso los canales y solo sale  'El Sálvame DELUXE' o 'Cuentame cómo pasó', programas de cotilleo que no me interesan. Así que, apago la televisión y me pongo a cocinar algo. Siempre tengo hambre, soy como un tanque que nunca se llena. Me preparo un bocadillo y me lo como tranquilamente. Al acabar, después de limpiar los platos, me voy a mi habitación. Me toco la camiseta sintiendo algo apegaloso en ella, el helado. Rápidamente me la quito y me pongo mi pijama.

Me siento en el sofá y abro mi portatil para seguir con mi búsqueda de trabajo. Después de más de una hora buscando, mis ojos están rojos e irritados por la pantalla, así que decido apagarlo e irme a la cama. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 26, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fake GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora