¿Estaba bien mirarle así? Era su amigo, su compañero de equipo.
Nada más.
¿Tenía permitido querer tocarle la espalda e ir bajando hasta dónde él se lo permitiese? Podían ser dudas estúpidas pero estaban atormentando al mayor.
—Ya estoy.—Informó Keiji a su capitán, Bokuto Kōtarō. El pelinegro acababa de terminar de colocarse la camisa.
Keiji atusó su pelo con la mano y miró al gesto desconcentrado de su amigo, extrañando volvió a llamarle.
—¿Bokuto? ¿Estás bien? —El mayor por fin se dio por aludido, movió la cabeza nervioso y sonrió ampliamente.
—Perdona, estaba pensando en otra cosa.—Rió, después cogió su bolsa de deporte, evitando en todo momento hacer contacto con el oji verde.
Kōtarō llevaba puesta una sudadera de color negro y unos vaqueros azules a pesar del frío, era bastante caluroso.
Keiji llevaba un jersey negro y un pantalón del mismo color.
El mayor lamentó y agradeció esto a la vez, no podía ver el cuello de Akaashi pero la espalda de este se marcaba bastante gracias al jersey.
—¿Me acompañas a casa, no?
—¡Claro! —Sonrió Bokuto. —Siempre que quieras.
Keiji sonrió levemente y asintió, así ambos se dirigieron a la casa.
Iban charlando tranquilamente pero un sentimiento de incomodidad recorría a Bokuto; nunca se había fijado en un chico de esa forma.
Salvo en él.
Sus conversaciones eran normales, Keiji le veía como un amigo para su desgracia.
—¿No podría haberme fijado en otro? Estúpido cerebro. —Pensaba Bokuto mientras escuchaba a Akaashi hablar, le encantaba su voz.
Cuando llegaron a la puerta, el lugar de despedida, era bastante tarde.
—Bueno, nos vemos mañana, amigo. —Le dio una palmadita al pelinegro, dispuesto a darse la vuelta e irse.
—No, espera un momento. —Sintió como su amigo tiró de la manga de su sudadera, se dio la vuelta confundido.
—¿Pasa algo?
—Cállate un momento. —Impresionado y algo consternad por eo repentino cambio Bokuto estuvo apunto de replicar, pero Akaashi dejó un suave beso sobre sus labios.
Fue un beso superficial, nada atrevido.
—Nos vemos mañana. —Y pasó a casa, dejando a un búho muy confundido en la entrada.
Cuando llegó a su casa, el mayor cenó con tranquilidad para luego subirse a su cuarto y tirarse a la cama.
Encendió su móvil y se quedó un rato mirando el chat de Akaashi, ¿qué mierda había pasado? Le gustó, claro que le gustó.
Pero joder, ¿por qué? ¿Dónde estaban sus malditas explicaciones sobre lo ocurrido?
Hey Hey Hey
AKAAASHI: Hola
AKAAASHI: ¿Has llegado a casa?
Sí.
Y he cenado ya.¿Tú?
AKAAASHI: Yo también he cenado.
Su mayor deseo era preguntarle por el beso, pero estaba demasiado nervioso.
¿Por qué le ardía la cara?AKAAASHI: ¿No irás a dormir? Es tarde
LOS BÚHOS NO DORMIMOS
HOOT HOOTAKAAASHI: Como usted diga, señor búho.
AKAAASHI: Este búho tiene sueño.
Buenas noches, pequeño búho.
💕
AKAAASHI: Dulces sueños.
AKAAASHI: 💙
Bokuto cerró el chat.
Se levantó para ponerse el pijama y acto seguido se tiró a la cama, durmiendo mientras pensaba en los lunares de su amigo.
ESTÁS LEYENDO
Lunares. ||Bokuto y Akaashi.||
Fanfic[Ninguno de los personajes me pertenece.] La espalda de Akaashi estaba llena de lunares y por algún motivo eso le encantaba a Bokuto. Le gustaría contar todos los lunares que él tenía.