Chiquito pero bonito ❣ KaiSoo ❣Fluff ❣ Escolar ❣ Humor \ Oneshot

Parte única

—Creo que necesito anteojos —murmuró ChanYeol con escepticismo al verlo cruzar la entrada del aula—, porque no hay manera de que Do KyungSoo llegue a la escuela antes de que suene la campana.

—Muy gracioso, Park —respondió él, sin borrar sonrisa con la que había amanecido.

Do KyungSoo no se definía como el chico más puntual del planeta, ni de su colegio, ni siquiera de su clase. Había que citarlo por lo menos una hora antes de la hora correcta para que llegase a tiempo. Sin embargo, ese caluroso día de primavera no podía permitirse llegar atrasado. Era el primer día de clases y todo debía ir de acuerdo a sus planes, cuyos pasos había anotado con esmero en su libreta.

Nuevo ciclo escolar, nueva oportunidad de conquistar al chico que le gustaba. Al menos así lo veía él.

Kim JongIn no era el típico chico popular de quien todos estaban enamorados, más bien, era un atípico chico popular de quien todos estaban enamorados. No repartía sonrisas como los muchachos coquetos de la escuela, tampoco era tan atlético como los jugadores de baloncesto y mucho menos era un playboy como los de tercer año, quienes se divertían en fiestas a media noche, fumando, bebiendo y haciendo algunas cosas más en las que KyungSoo ni siquiera quería pensar. JongIn llamaba la atención no sólo por su atractiva apariencia. Era del tipo reservado, que por lo regular gozaba sólo con su reducido grupo de amigos y era amable con sus compañeros de clase; quizá su popularidad se veía a ello. Además, formaba parte del grupo de baile del colegio, de modo que también era poseedor de una figura fenomenal que hacía babear a casi cualquier persona.

Y Kim JongIn también era la primera persona que rompió su corazón.

Ocurrió durante sus días de jardín de niños, en una de las frecuentes excursiones que se realizaban al parque de diversiones de la ciudad. Él quería subir a los dragones voladores con JongIn y también quería pedirle que fuese su mejor amigo. Sin embargo, se exaltó al ver que el niño seguía a otro de sus compañeros, Oh SeHun, a uno de los juegos para niños grandes. No era que KyungSoo fuese menor, pero su altura siempre había sido la de un niño más pequeño y no alcanzaba la estatura mínima para subir.

Cuando le pidió a JongIn que no subiera sin él, el niño le respondió que no era culpa suya que KyungSoo fuera un enano.

—Ya verás el próximo año Kim JongIn. Habré crecido más que tú y te arrepentirás de tus palabras —le respondió aquel día, deseando poder crecer más que JongIn para poder subir a todos los juegos sin él.

Con los años se olvidó de esa enemistad e inevitablemente JongIn comenzó a gustarle. Había estado enamorado de él por varios años, aunque no sabía con exactitud cuándo comenzó. Aunque ambos podían llevar una conversación relativamente larga con comodidad, no eran tan cercanos. JongIn pasaba la mayor parte del tiempo con TaeMin, MoonKyu y WonSik, todos compañeros suyos, mientras que KyungSoo sólo hablaba con ChanYeol, de su clase, y YiFan y Tao, que eran un año mayores.

Pero con el inicio de un nuevo año se había propuesto que todo sería diferente. Esta vez sí se acercaría a él. Así pues, ese día despertó hora y media antes de la habitual, ingirió un desayuno ligero, se dio una ducha y prosiguió a vestirse lo mejor que pudo. A decir verdad, no era un gran fanático de la moda, aunque creía vestirse por lo menos bien. Eligió unos jeans negros no tan ajustados para cortarle la circulación, pero sí lo suficiente para ceñirse a sus piernas, una camisa blanca y una chaqueta azul arremangada hasta los codos. En un principio engominó su cabello, pero terminó por agitarlo con los dedos, consiguiendo que el flequillo se deslizara por su frente; no quería lucir un estilo demasiado formal.

Por lo general, usaba una bicicleta para transportarse hacia la escuela, pero dado que no quería sudar ni una gota, y abordar el autobús que pasaba a unas calles también lo haría sudar, optó por pedirle a su padre que lo llevara. Como consecuencia, llegó a la escuela tan temprano que los pasillos estaban prácticamente vacíos cuando entró.