Capítulo 1: La Noche No Es Más Que La Noche.

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Capítulo 1: La noche.

«La noche no es más que la noche. Solo el sol se va y aparece la hermosa luna que da la luz que guía en esa oscuridad. La noche no es más que la noche, y es ahí donde los seres que prefieren este ambiente salen a cazar a su presa. ¡¿Pero quién?! ¡¿Quién conoce la noche mejor que quien vive en ella?! ¿Quién escucha minuciosamente cada ruido...? ¿Quién aun en medio de la niebla ve con claridad lo que desearía no estar presenciando?

Yo sé que existe ese "ser", ese que quisiera dejar de ser lo que es y ver el mundo con la luz del sol y no tenerle miedo. Pero aquí no es así, aquí es de esos lugares donde los ilustrados ven con aborrecimiento el profanar tumbas y niegan la existencia de vampiros, hadas, duendes, licántropos, brujos, no creen en nada solo en lo que ven y lo que ven no es más que un sueño. Aquí, donde los hombres de pueblo son alentados por los sacerdotes a destruir los cuerpos sospechosos de vampirismo. Si, los vampiros existen y todo tipo de "ser de oscuridad", pero el hombre tan espantado es capaz de matar a quien no lo es, su miedo los ciega y los convierte en presa fácil. Más solo es cuestión que se quiten ese crucifijo que traen en el cuello, que se aparten de su Dios, que pequén un poco para que yo y todo mi clan podamos alimentarnos de ellos y tener más fuerza y poder acabar con nuestros enemigos; esos malditos demonios que tanto detestamos, que se creen más que nosotros aun sabiendo que somos lo mismo. Esos malditos vampiros que acaparan la atención y se creen dueños de la noche, de la oscuridad y se niegan a siquiera nombrarnos... esta, esta es mi noche ¿Cuál es la tuya?

En la cima de una pequeña montaña se encontraba el hogar de dos viejecillos, oriundos del pueblo de las montañas del sur. Una cabaña pequeña pero acogedora para ellos. Más nadie que la ve de cerca se siente cómodo de esta, pues de ella emerge una inexplicable energía penumbrosa, que priva de energía vital a quienes transitan sus senderos. Varias personas cuentan que al paso se quedan dormidos, y mientras más tiempo pasan ahí, más fuerte es la sensación de que algo, o alguien, pretende arrancarles el alma de tajo.

Pero si un día cualquiera te encontraras con el viejecillo, notarías que este es como cualquier anciano del pueblo, salvo que él anda siempre tan sonriente, es un pan de Dios que procura de sus vecinos y nunca niega nada a nadie. Sin embargo su esposa pareciera ser una amargada de la vida, que lo única que la mantiene en pie, es procurar de su marido, quien suele enfermar seguido.

Ambos viejecillos "vivían" una relativa vida pacífica, hasta esta noche, en que al asomarse el viejecillo por la ventana de su casa, plegando suavemente las cortinas para no advertir a nadie que sabía que afuera de su casa lo estaban acechando suavemente entre la oscuridad y la espesura de la hierba que crecía desmesuradamente.

El viejecillo desde hace horas había visto la repentina caravana de pobladores que se reunió en el centro del pueblo, para luego dirigirse rumbo a su casa, la cual ya tenían rodeada, pero que por algún motivo no se atrevían a entrar.

Desde afuera los pobladores apagaban sus antorchas, y las que mantenían encendidas, las ocultaban de la vista. Entre 20 hombres, armados con escopetas esperaban tendidos sobre la hierba, esperando la señal para abrir fuego. Entre ellos iba un pastor y un monaguillo de la iglesia, ambos acompañando al hacendado del pueblo, y tres de sus caporales más valiente.

El hacendado era un veterano de guerra, con el rostro curtido y un imponente cuerpo y presencia. De cabello corto y cano, y a pesar de ser una ocasión poco formal, vestía elegante, como en la regencia inglesa de aquella época: pantalones ajustados con correas de estribo, chaleco, una camisa y un paño atado del cuello.

— Bueno, ¿para qué es tanto alarme?—pregunto el pastor somnoliento.

El monaguillo al notar el desinterés del pastor levanto en su mano izquierda un moño rojo, colocándoselo casi en la cara.

Licantropía: "La Princesa De La Soledad"Where stories live. Discover now