CAPITULO 7: Sálvame de la locura

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CAPITULO 7


Martes 15, mayo 2012


ABBY


Ya en Florida, a pocos metros del suburbio en el que vivía Set conducía con premura

-No debí irme - logro decir abrumada 

-Señorita no es una tonta solo hace lo que cree mejor para él - trata de consolarme Set

- ¿Puedes detenerte aquí? – Set detiene el auto y le entrego la receta – Te veo en la casa – bajo del auto y voy caminando a mi casa, en la cual está la policía

- ¿Qué sucede? – pregunto a un policía que me miraba con deseo

-Encuentro de pandillas, ¿usted vive cerca?

-Está es mi casa, quiero entrar

-Primero dime tu nombre jovencita – este intenta tocarme y golpeo su mano

-No me toque o lo lamentará

-Cuidado con lo que dices niña – giro los ojos y entró a mi casa – le dije que no podía entrar – agarra mi brazo y niego

-Le dije que no me tocara o lo lamentaría – doblo su mano y golpeo en su cuello dejándolo sin aire, miro las paredes de mi casa tenían balas que atravesaban incluso los muebles, los adornos y fotografías estaban en el suelo, mi cuerpo cae de rodillas, bastarda pagarás por esto Myley

- ¿Quién eres? – pregunta con dificultad

-No reconoce a la dueña de Industrias Ivamel - Set entra con mis medicina y comida chatarra – esto la hará sentirse mejor – tiernamente me levanta del suelo y entrega una carpeta

-Traes contigo una hamburguesa – respiro el embriagador aroma de la carne y las papas fritas – Dame un resumen de esto – pido mirando la tiza en el piso de mi casa

-Su tía huyó con su esposo y su madre estaba en el suelo cuando la ambulancia llegó ya era tarde. Inculparon a Andrey y Melinda está en el hospital

- ¿Por qué? – pregunto aferrándome al sillón de color naranja

-Vieron a Melina débil y asustadiza, cuando se fue sin avisar no supimos que hacer – negué ¿qué he hecho? - ¿Quiere ir con su hermana? - pregunta Set, quería salir de esa pesadilla y poder comer algo

-Si por favor – había comido en el auto y tomado las pastillas que el doctor de las Bahamas me había recetado. Cuando entré en el hospital veo a Melina conectada a muchos aparatos, tenía un cuello ortopédico y sus uñas bien cuidadas ahora eran pedazos magullados.

-Melina pequeña, perdóname, esto es mi culpa, no debí irme – mis lágrimas caían en su cara rasguñada despertándola, Sus ojos se abren, rojos y el tubo en la garganta era lo que le ayudaba a respirar

-Shsh bebé tranquila – pido acariciando su cabeza – Nos mudaremos sacaré a Andrey de la cárcel y buscaré a Isadora – niega

- ¿Quién es usted señorita? – una enfermera no había visto mi llegada

-Mi nombre es Abbigale Ivamel – la enfermera se disculpa

- ¿Necesita algo?

-Quiero al doctor a cargo del caso – esta sale presurosa– Set llama a más guardias los quiero aquí que nadie entre o salga sin mi autorización – este asiente y desaparece

-Señorita Ivamel – una doctora con cabello rubio me mira desde la entrada - soy la Doctora Sloan especialista en traumas y hemos hecho muchos análisis en los cuales muestran que el ADN que se encontraba dentro de su hermana era de dos hombres distintos, desgarraron el cuello del útero, sus amígdalas están sumamente hinchadas quizá no pueda hablar en 3 días, se recuperará es seguro, las marcas desaparecerán en semanas – miro y acaricio a Melina

El Uno al OtroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora