Amor Real

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Tu cuerpo cambia por completo, tus senos se hacen notar, tus manos se sienten apretadas y el vientre se pronuncia cada dia mas.

Un sueño insuperable, la descarga mensual te falta. Al cabo de unas cuantas semanas, extrañas muchas cosas de tu cuerpo.

Una visita al doctor te hace testigo de un milagro que tiene fecha. A medida que van pasando las semanas, tu vientre todos desean tocar.

Muchas emociones pasan por tu mente, pero no todos son partidarios de ellas.

Pasar por muchos cambios es parte de la recompensa y yo no fui la excepción a la regla.

Un dia comienzas a escuchar de muchos, comentarios en los que secundan tu pensar. Y una prueba de sangre confirma lo que por momentos sospechaste y por otros lo ignoraste.

Pues no se cree nada tan extraordinario hasta que te toca. A medida que pasan los meses, la pequeña criatura que crecía dentro de mi, me recuerda y hace sentir que esta viva.

Recuerdo el primer instante en que le senti, no podia creerlo, mi corazon latio mas rapido de lo que jamas pude imaginar y rapido levante el telefono para hacer parte de ello, al padre de esa pequeña que ya formaba parte importante de nuestra vida.

Al momento de saber la noticia, tus planes cambian, tus prioridades también, tus gustos no son los mismos. Comienzas una rutina en la que ambos comienzan a imaginar a quien se parecera, que ojos tendra, si le gustara el deporte, si le ira bien en la escuela o simplemente que genero tendra.

Si es niña, como sera, como sera su cabello, como seran sus labios. Si es niño, nos preguntamos si sera alto o bajito, si tendra el cabello de su padre.

Mes a mes visitas al doctor y era un encanto ir siempre acompañada del padre de mi criatura. Que este desee ser parte de todo, que no quiera perderse nada del proceso milagroso, es lo que cualquier mujer desearía...y así fue mi experiencia.

No hubo una sola cita en la que el grandioso padre que escogi para mi bebe, no estuviera. No era un peso asistir a cada paso del proceso...no era como que me había dado un hijo, el era parte de esto, el y yo íbamos a tener a la que iba a gobernar cada una de nuestras decisiones, sentimientos y necesidades.

Teniendo en cuenta que la paternidad, es la única profesión de la cual nunca puedes recibir educación, un masoquismo voluntario, en la que no existe jubilación.

Recuerdo el instante en que la vi por primera vez, mis ojos llovían, lagrimas de fascinación por la dicha y oportunidad de ser yo una simple mortal a cargo de ayudar a crecer a un ángel.

Cuarenta semanas habían pasado, contaba con el apoyo de unos y de otros que solo su ausencia regalaban...pero en la vida de nosotros solo felicidad y ansiedad de que llegara nuestro mas preciado tesoro.

Todos los preparativos listos y los dolores eran dueños de mis capacidades, al poco rato el doctor me dice que ya mi tesoro viene en camino y su padre toma mi mano.

Tan pronto supe que venia, que la vería, que al fin la podría tocar, los dolores desaparecieron inmediatamente, como si pudieras desenchufar ese cable que esta provocando el corte que tu cuerpo tiene.

Todo iba perfectamente y escucho un armonioso llanto y veo los brazos de mi tesoro extendidos, como si con ellos me gritara que la tomara entre mis brazos.

La ponen sobre mi pecho y los ojos de su padre no podían creer lo que estaban viendo: era ella, el ángel que cambiara cada tristeza con solo sonreír.

Desde ese primer instante en el que el y yo decidimos tener a nuestra gran tesoro, todos nuestros planes cambiaron, todo nuestro mañana no es nada sin ella y esperamos siempre continuar aprendiendo como mantener puro ese corazón que papa Dios puso en mi princesa.

"Princesa: GRACIAS por ser la luz que guía cada paso que doy en la vida, por darme ánimos cada mañana, gracias por enseñarme que también existen lagrimas de emoción, por llenarme de orgullo al ser la testigo de todos tus logros y talentos...pero sobretodo gracias por dejarme ser yo la que te oiga decir:MAMA"

Amor RealWhere stories live. Discover now