Compañeros de piso que se convierten en amigos,
en salvavidas que el destino mi vida puso.
Son salvavidas sin saberlo porque no son conscientes de que día tras día piensas en hacer una barbaridad .
Pero llegan y te montan una feria, y todo son risas y felicidad
Y consiguen que te evadas de la mierda que te rodea, te hacen feliz.
Compañeros de piso que quizá no sean un ejemplo a seguir, quizá si.
Compañeros de piso con los que hablar de todo,
con los que trasnochar,
con los que reír.
Quizá algunas risas eran producto del THC suspendido en la atmósfera del hogar, pero a día de hoy
cuando anochece y llego a casa o
cuando amanece y despierto
echo de menos el
"Que dice su carlitos"
a modo de saludo.
Compañeros de piso que dan la vida a cuatro paredes
que pudieron ser la cárcel de mi mente
y la convirtieron en lo mas parecido
a un dulce hogar.
Gracias.
