Nos conocimos bajo la lluvia y es siempre bajo ésta que nos despedimos.
Qué vista tan sacada de las películas, pensó en aquella ocasión, cuando salía del trabajo para encontrar a un muchacho parado en medio de la calle, mirando al cielo mientras la lluvia empapaba sus facciones y todo su cuerpo.
Verlo trajo a él un extraño sentimiento de libertad y pureza, pero al mismo tiempo hizo que el corazón se le acelerara al notar que efectivamente se encontraba a merced de cualquier vehículo que girara la curva con demasiada velocidad y terminara arrollándolo por encontrarse en tal trance.
Antes de poder evitarlo, su mano encontró la suya en el aire y lo atrajo hacia sí, hasta que el paraguas los protegió a ambos del temporal.
Nunca había visto a nadie tan desorientado en su vida.
-Hey, ¿Qué diablos estás haciendo? -le reclamó. Con la corta distancia notó que el muchacho era más alto que él y definitivamente más guapo-. ¿Eres idiota? ¿Quieres que te atropelle un carro?
El otro permaneció en silencio por largo rato, analizando su rostro como si no pudiera comprender que el rostro de Yoongi era, en efecto, real; o quizás sólo estaba sorprendido por lo rubio que llevaba el cabello, no podía decirlo con certeza.
-Estoy cerca del centro, ¿No es así? -preguntó el muchacho a modo de respuesta.
Decir que Yoongi quería zarandearlo era un malentendido.
-Sí, y también estás cerca de tu muerte. -reprendió jalándolo de la ropa para alejarlo aún más de la calle y abrigarlos a ambos de la lluvia refugiándolos bajo el techo de una tienda sobre la acera-. Quedándote así bajo la lluvia vas a pescar un resfriado.
El extraño chico era fácilmente de su edad o unos meses mayor, por lo que se esperó que reaccionara de mala manera a sus sermones como lo haría cualquiera; sin embargo lo único que recibió en respuesta por sus quejas fue una sonrisa radiante y unos ojos cafés que brillaban en agradecimiento mientras lo escudriñaban como si de alguna forma llevaran tiempo conociéndose y solo entonces lo hubiera notado.
-Gracias por ayudarme, soy un poco despistado. -murmuró el más alto pasándose una mano por el cabello oscuro-. Me llamo Seokjin, vivo por aquí pero supongo que me perdí un poco.
¿Podía alguien realmente vivir en la zona y perderse al mismo tiempo? O este chico estaba mintiendo con todos los dientes o realmente era el tipo más descuidado que había conocido en su vida y vaya que había conocido a cada tarado en ésta. Sin embargo no podía encontrarle malicia alguna, como había dicho, Seokjin lucía puro.
Suspiró algo molesto consigo mismo por entrometerse en la vida de un completo desconocido que ni siquiera tenía todas sus canicas en su lugar.
-Yoongi. -respondió toscamente-. Si me dices a dónde te diriges puedo llevarte hasta allí, ya estás bastante mojado pero es mejor no tentar a la suerte.
Él volvió a sonreír. Como este chico fuera uno de esos idiotas que se la pasan sonriendo sin razón alguna...
-Gracias, Yoongi. Voy en esa dirección.
Seokjin señaló con el dedo a sus espaldas, donde la calle se extendía hasta alejarse del centro para adentrarse a una zona residencial que aparentaba costosa; debido a lo poco que confiaba en su juicio dudó un poco, pero al final se dejó llevar. Si terminaba siendo mentira o algún jueguito, siempre podría darle la espalda y volver por donde vino.
Si tan sólo hubiera sabido lo que seguir en esa dirección habría ocasionado en su vida.
La lluvia siguió cayendo con tanta violencia sobre ellos, que tuvieron que arreglárselas para caber bajo el paraguas de Yoongi sin que ninguno se viera afectado por las gotas.
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Farewells like Raindrops || Yoonjin [OS]
Romance« Nos conocimos bajo la lluvia y es siempre bajo ésta que nos despedimos. »