UN AMOR IMPOSIBLE

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-¿Qué haces?-le preguntó ella,mientras estaba en su habitación,acostada en su cama.

-Nada, juego con una pelota jaja... Te extraño...-le respondió él,con un tono cariñoso,ante eso ella se estremeció.

-Yo también, quiero verte. ¿Qué tan lejos está Roma de Madrid?-le preguntó a él,dudosa.Él,hizo una mueca que ella no pudo notar ya que hablaban por teléfono.

-Hmmm, no sé. Tengo una idea, pero dirás que estoy loco-le respondió,él sonriente.

-¿Qué idea?-preguntó con miedo.

-No cuelgues, voy a cambiarme y a empacar algo de ropa-le ordenó a ella,ella asombrada se levantó de la cama y se puso recta preparada para hacer miles de preguntas.

-¡¿Qué?! ¿Ropa para qué? ¿De qué hablas?-preguntaba ella alarmada.

-Te necesito; necesito verte-le respondía él timidamente,haciendo que ella sonríera igual.

-Estás demente jajaja, no eres capáz.-le dijo ella.

-¿Bromeas? Lo haré, pero tienes que hablarme todo el camino-le contestó.Empaca, sale al auto y empieza a conducir

-Esto es una locura, aún no te creo capáz-le decía ella atónita ante sus palabras.

-Estoy decidido; ¡si no te veo me volveré loco, lo sé! -le decía él,mientras conducía.Se oye un frenazo y suenan las bocinas de los coches-¡Sal de mi camino, idiota! ¡Voy a ver al amor de mi vida!-le gritó a un conductor.

-¿Qué pasó? ¿Estás bien?-le preguntó ella a punto de llorar.

-Sí,sí,tranquila,sólo un imbécil daltónico que no sabe la función de un semáforo.-le consoló él.

-Jajaja. Te amo.- Él se queda pensativo unos segundos mientras conduce...

-Yo también te amo.-le respondió.Llega al terminal y empieza a hablar con la encargada de los boletos-Señorita, ¿a qué hora sale el primer tren a Madrid?-le preguntaba a una dependienta de la estación.

-¡¿Es en serio?!-preguntaba alarmado él a la dependienta.

-Sólo queda un boleto y sale en una hora aproximadamente-le respondía con una cara de pena.

-Perfecto; quiero ese boleto-le dijo sonriente.

-¡Respóndeme! ¡Estás demente!-le gritó por el teléfono su novia.

-Shhh. También quieres verme, ¿o no?-le preguntaba él haciendole callar.

-Aquí está, disfrute el viaje.-le tendió el billete la dependienta y lo pagó.

-Gracias.-le respondió amablemente.

-¡Qué nervios! ¿Cómo me haces esto? Estás loco, Angel.-le gritaba como otras veces Sarah a Angel,nerviosamente.

-Jajaja. Así de loco me quieres.-le respondió pícaro.

-¡No! En serio, ¿estás seguro de lo que estás haciendo? ¿Dónde te vas a quedar?-le preguntaba Sarah con los ojos de par en par.

-Jajajaja. Rayos, no lo había pensado. ¿Estás en tu computadora?-le preguntó,ella se levanta de la cama y se sienta en la silla del ordenador.

-Sí,espera a que lo encienda,¿por qué?-le contestó.

-Consigue el número de un hotel cercano y me lo pasas, por favor.-le dijo,se sienta en una de las sillas del gran pasillo a esperar a por su tren.

-Hmmm, bueno; ¿cómo llamarás sin colgar? Dijiste que hablaríamos todo el camino-preguntó ella tajante.

-Existe más de un teléfono en el mundo, mi cielo.-le dijo a ella,ésta estaba ya iniciando sesión,abriendo el google y buscando un hotel,para su amado.

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