Be my strength || Sope, Yoonseok ||

SOPE || O.S.

  Hoseok llevaba todo el día metido en el estudio. Estaba ansioso por terminar la última canción de su mixtape y, los arreglos que le hacía, no los terminaba de convencer. Suspiraba, escuchaba de nuevo la canción, la tocaba con el piano, se tomaba un refrigerio, miraba el móvil, escuchaba la canción... Así se llevó más de diez horas.

Estaba cansado. Además se sentía presionado. Bangtan estaba en la cima y él tenía que estar a la altura de todas esas expectativas. No voy a poder, yo... simplemente no puedo, se dijo para sí mismo. Suspiró, se pasó su mano por el pelo mientras se repetía esas palabras y acabó tan enfadado consigo mismo que dio un puñetazo en su mesa de estudio, haciéndose daño.


—¡Soy imbécil! —se gritó. En ese momento, Suga llamó a la puerta. J Hope tragó saliva. 

—Vete Yoongi, no tengo ganas de hablar con nadie. —dijo un Hoseok rendido, bajó tanto la voz que hasta él dudó de que Suga lo escuchara.

—Ábreme, idiota. No me voy a ir de aquí hasta que no sepa qué te pasa. ¿Qué ha sido ese ruido? —Hobi pasó sus dedos por la mano dolorida, pero no le dio mayor importancia. Acumulaba tanto estrés que sentirse la mano rota le aliviaba su dolor mental.

Estuvieron cinco minutos en silencio. Hobi deseaba que Yoongi se fuera, pero sabía lo cabezón que podía llegar a ser. Así que se acercó a la puerta y abrió. Suga desprendía preocupación. Sus ojos, su boca, hasta el lenguaje de su cuerpo predecía su gran preocupación por su amigo. Entró con una gran zancada y se quedó observando el estudio. Papeles y latas tirados por el suelo, un póster arañado, la pantalla del PC rota y Hobi tocándose la mano con la que dio un puñetazo.


—Hoseok... —Hobi negó, se puso una gorra para ocultar su rostro y se sentó en una silla —. ¿Qué te ha pasado en la mano? 

—No puedo hyung, no puedo hacer esto. No soy tú, no soy Namjoon. Yo... no voy a sacar un mixtape a vuestra altura.

Suga estaba harto de oír eso. Se sentía horrible al escuchar la poca confianza que tenía Hoseok en él mismo. Cualquiera con un poco de buen criterio, sabe que Hobi puede hacer un mixtape ¡y mucho más!

—Ya hemos hablado esto Hobi, no vamos a repetir el mismo sermón. Estoy aquí para ayudarte, para creer en ti cuando no lo haces tú. Si no sacas ese mixtape tú mismo, yo lo firmaré con tu nombre y se lo mandaré al jefe. No voy a dejar que arruines un gran proyecto que tantos años te ha costado. ¿Crees que si no valieras estarías aquí? ¿Estaría diciendo estas cosas? —Hoseok no pudo responder. No tenía voz para ello. Simplemente tomó la mano de Suga, la acarició y le dio un beso. Yoongi entendió perfectamente qué necesitaba y lo abrazó. Hobi lloró y cuanto más lloraba, más fuerte era el abrazo de Yoongi.


Nadie sabe cuánto tiempo estuvieron ahí metidos. Suga salió un momento para pillar vendas y analgésicos, además de algo para comer. Hoseok comía como podía con su mano izquierda mientras Yoongi le ponía pomada y le vendaba la mano. Hoseok tenía la mirada puesta en el rostro de su amigo. No tenía cara de decepsión, ni de tristeza o desilusión. Solo estaba concentrado en cuidar a su amigo. Hoseok siempre fue consciente de la suerte que tuvo con Yoongi, pero aún así, en ocasiones, se sorprendía por la paciencia del viejo Suga. Éste ya había terminado de vendarle la mano y chasqueó un par de veces en todos los morros de J-Hope. Se había quedado hipnotizado viendo a Yoongi.

—¿De verdad estás mejor? —, preguntó por milésima vez Suga. Hoseok asintió y dijo:
—Solo estaba contemplando la suerte que es tenerte como amigo.

Suga le quitó importancia, como siempre, y una vez ambos repuestos, escucharon el mixtape de J-Hope.