Hilo y sonrisa ||Homicidal Liu y Tu||Pausada||

Prólogo

"¿Un asesino psicópata puede enamorarse u obsesionarse con alguien?"

_____ Jones era una chica agradable. Con un trabajo estable y una vida muy tranquila.
Sus padres le habían regalado una casa realmente linda y espaciosa al cumplir 21 años.

Ella era la hermana menor.
Su hermano mayor se llamaba Randy y tenía 23 años, dos años más que ella.
Él vivía con su esposa, Alice, un poco cerca de la casa de _____.

Tenía un mejor amigo, él cual se llamaba Jackson y tenía un año más que ella.
Pasaban mucho tiempo juntos y podía pensarse que eran pareja; algo que podía incomodarles a ambos.

La chica se encontraba decorando su casa, ya que apenas se había mudado.
Le había enviado un mensaje de texto a su mejor amigo para que la ayudara, pero él chico ya se había tardado aproximadamente una hora.

Ella estaba ahora muy molesta con su mejor amigo.
Dio un gran suspiro y terminó de acomodar el sofá en la sala de estar.
Miró las escaleras buscando alguna caja más por desempacar. Solamente había una pequeña caja y su etiqueta decía "infancia".
La chica sonrió al recordar parte de su infancia y se dirigió a aquella caja, la abrió y miró todas las fotografías que contenía adentro.
Dio un sobresalto al escuchar la puerta principal abrirse. Se dirigió a esta y miró a su mejor amigo que traía unas papas fritas y un poco de pastel.

—Ya llegué. —dijo con una sonrisa él chico—.

—Ya lo noté. —la chica se cruzó de brazos demasiado enfadada—.

—¿Qué sucedió?. —él chico la miró sin entender nada—.

—Oh nada, solamente quería decirte que ya terminé de acomodar y decorar mi casa.

—Perdóname, ¿sí?. —él chico dejó el pastel y las papas fritas sobre la mesa— Traje pastel y papitas. —Sonrió—.

—¿Esa es tu forma de disculparte?. —la chica tomó las papas fritas—.

—Emmm...si...

—Esta bien, te perdono. —dijo la chica y su mejor amigo suspiró— Con la condición de que me compres más comida.

—¿¡Qué!?.

—Sabes perfectamente que no perdono a las personas fácilmente. —respondió de forma seria, tomó una papa frita y se la comió—.

—Eres algo molesta, ¿lo sabías?.

—Me lo han dicho muy a menudo y es algo de lo que estoy orgullosa. —respondió mostrando una sonrisa—.

—Cierto, por eso te quiero Raris. —rió un poco—.

—Deja de decirme así. —suspiró molesta— Ambos somos raros.

—Lo sé, pero me encanta decirte así. —abrazó a la chica—.

—Y luego por qué dicen que parecemos novios... —dijo molesta y correspondió al abrazo—.

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Diciembre 24, 2017