Hilo y sonrisa ||Homicidal Liu y Tu||Pausada||

I

~Víspera de Navidad~

Pov _____:
Hoy era 24 de diciembre, mi familia y mi mejor amigo vendrían a celebrar a mi casa.
Algo de lo cual no estaba de acuerdo.

Daré un pequeño recordatorio a mi mente sobre lo que ha pasado cuando yo organizo las vísperas de Navidad...

~FlashBack~

Hace dos años

—¡Disfruten de la cena! —grité al sentarme y todos nos dispusimos a comer—.

La comida era deliciosa, agradable y...¿picante?.
Me sorprendí al mirar a mi familia y a mi mejor amigo sufriendo por lo que debía ser fuego en su boca.

Empezaron a beber agua sin parar mientras yo los miraba confundida. En realidad yo no había sentido el sabor a picante.
Lo que sucedió para que pasara eso era simple; confundí la salsa normal con la salsa picante.
Es un terrible error si se supone que eres la mejor cocinera de tu familia.

~Fin del FlashBack~

Di un gran suspiro mientras repasaba todos los pasos que ya había seguido de mi receta. No quería causar otro problema como ese.
Di un sobresalto al escuchar mi teléfono sonar. Caminé hacia este y contesté.

—¡Raris! —gritó Jackson desde el otro lado de la línea—.

—¡Estúpido Jackson, no vuelvas a gritar por el maldito teléfono!.

—Perdón, pero tengo que darte una pequeña noticia —sonaba un poco preocupado—.

—¿Qué ocurre?.

—Alguien apuñaló a tu jefa, la señora Donovan —suspiró—. Aún no encuentran al atacante.

—¿Dónde está ella? —pregunté de inmediato—.

—No, ni se te ocurra ir a visitarla, hoy se hará la cena en tu casa, debe estar todo listo.

—Solamente falta la sopa, dime ahora mismo dónde está —mi tono de voz se volvió un poco intimidante—.

—E-está bien —tragó saliva—. En el hospital Robinson #12.

—Gracias, Jackson —suspiré—. Te dejaré la llave de mi casa para que tu recibas a mi familia, prometo que regresaré lo más pronto posible, antes de que empiecen.

—Como digas, _____.

~~~

—Recuerda, solamente puedes ver la televisión e ir al baño, nada de ver toda mi casa, no toques nada de nada —dije entregándole la llave a Jackson—.

—¿No confías en mí? —preguntó un poco ofendido—.

—Te conozco muy bien, por eso lo digo.

Al fin había terminado de preparar la sopa, fui a la casa de Jackson para entregarle la llave de mi casa.
Me fui de allí con destino al hospital Robinson, tomé el autobús y llegué después de quince minutos.