Daret

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Tenía siete años la primera vez que lo vi. Mi vida había sido normal hasta eso entonces, mi padre trabajaba para una embajada por lo que no lo veía mucho tiempo y mi madre administraba su propio orfanato. Teníamos una casa grande y elegante, a mamá le gustaba que todo fuera pulcro, ella siempre vestía con ropa blanca y siempre llevaba un par de guantes del mismo color en su bolsillo. Ella me hacía llevar un vestido blanco cada vez que estaba en casa o ropa de tonos claros.

Ese día yo jugaba en el jardín de atrás hasta que vi como unos desconocidos pero con el uniforme de la organización de mamá comenzaban a descargar cosas extrañas de un camión, en su mayoría aparadores de metal, pero lo que más capto mi atención fue lo último que bajaron.

Como ya había dicho antes mi madre era dueña de un orfanato por lo cual solía convivir con varios niños cuando iba a su trabajo, no me era difícil relacionarme con los demás, hasta que lo conocí a él. Nunca había visto a alguien como él, realmente era algo fuera de serie, a mi corta edad podía darme cuenta que su anatomía física no era común, es más, ni siquiera pensé que fuera posible, pensé que era solo mi imaginación. Tratare de describir a detalle lo que vi, sin embargo dudo mucho, querido lector, que pueda comprender lo que yo experimente en ese momento:

Lo primero que llamo mi atención fueron sus grandes ojos, tan grandes que ocupaban la mayor parte de su cara, eran de un color azul claro aunque sus pupilas abarcan gran parte de ellos, su nariz era muy pequeña y fina, apenas visible, al igual que sus orejas pero estas solo un poco más grandes, tenia unos labios delgados y palidos. Su cabeza era gigante, a mi parecer nada que se hubiera visto antes, o tal vez se miraba así por los desproporcional de su cuerpo, el cual vi al caerse la manta que lo cubría, su cuerpo era tan delgado que parecía ser solo piel y hueso, se encontraba sujeto por unas correas a una lámina de metal que lo mantenía en pie, pues su cuerpo no le permitía pararse por sí mismo.

En el mismo instante en el que lo introducían a la casa su mirada se encontró con la mía, un escalofrió corrió por todo mi ser, sin darme cuenta comencé a temblar, corrí en busca de mi madre que se encontraba en la fría cocina. Con una voz temblorosa le relate lo que había visto, pero lo que ella contesto no ayudo nada a mis nervios.

"Cariño, al que acabas de ver es a tu nuevo hermano, tu padre y yo lo hemos adoptado por lo que vivirá aquí desde ahora, él no te hará miedo, ve a conocerlo."

Lo dijo con una voz tan dulce muy poco propia de ella, mi cuerpo no dejaba de temblar el pánico se atoraba en mi garganta no sabía que decir o que hacer por lo que mi madre me condujo hasta el sótano, ella me explico que lo instalarían ahí porque había más espacio que en las habitaciones, así podría estar cómodo y cerca de todo su equipo médico, me explico que era la única persona con esa anatomía y que decidieron adoptarlo para cuidar de él, yo intentaba zafarme discretamente pero solo conseguía que su agarre fuera más fuerte. Ella me introdujo al cuarto y me presento ante Daret, luego me dejo sola con él para que pudiera disculparme. Mi voz se volvió más temblorosa de lo que estaba y las lágrimas se amontonaban en mis ojos.

"Lamento haber corrido antes, no sabía que pasaba y entre en pánico, mamá me dijo que no me harás daño y que nos llevemos bien." Dije como pude sin verlo. Levante mi vista al ver que no contestaba nada "¿puedes hablar Daret?" sin respuestas intente obligar a mi cuerpo a acercarse pero solo quería alejarme, había una sensación de peligro que llenaba el ambiente.

Cuando iba a volver a hablar, él me sorprendió, no hablo, hizo algo más. De la nada sus correas se desataron dejándolo caer al suelo, quería ayudarlo pero retrocedí al verlo que intentaba pararse a la vez que estiraba su mano hacia mí como si quiera tocarme. Me quede congelada todo en mi decía corre, pero no fue hasta que lo sentí a pocos centímetro de mi con su mano casi tocándome el rostro. El pronuncio mi nombre.

Corrí lo más rápido que pude, Salí de la habitación con la sensación de que me perseguía, no quería ver atrás, llegue al patio y vomite, las lágrimas no dejaban de salir y mi cuerpo de temblar. Desde ese día no he vuelto a bajar al sótano.





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Esta historia  no es parte de lo que realmente escriba pero sentía que debía escribirla, esta basada en una pesadilla que sufría de pequeña. No esta basada en hechos reales, es mas de ficción, sin intenciones de ofender a alguien.

Tal vez haga una segunda parte ya que la historia no termina aquí.

Saludos, Nick

DaretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora