Ella me miraba mientras yo distraída me sumergía en cuentos maravillosos en un libro que leía, sentía una mirada encima y me volteaba consecutivamente para ver a quien pertenecía.
Varias veces fueron las que volví la mirada, pero nunca coincidió con la suya.
-Malditas historias sin final ni comienzo- Pensé.
Mi suerte con el amor siempre fue un asco pero jamás hablé de ello con nadie, decidí simplemente no prestar atención a aquella hermosa chica de cabello castaño y ojos obscuros que me miraba repetidas veces en la lejanía. He de admitir que me intrigaba mucho, sentía una rara sintonía a pesar de no conocerla, pero mi decisión seguía en pie, no deseaba involucrarme en un desastre amoroso nuevamente.
Los minutos pasaron y yo deseaba centrar mi atención únicamente a aquel libro pero esa chica me llamaba mucho la atención, decidí tomar el libro y salir de la biblioteca, pero al pasar al lado de ella para salir de aquel edificio un dulce aroma de vainilla y canela me cautivó, aun así decidí nuevamente obviar todo lo que había pasado en ese lugar. Comencé a caminar buscando un árbol con buena sombra para leer, extrañamente, no me podía concentrar en esta historia, seguía pensando en ella y su precioso aroma que me trató de seducir, podría jurar que estando ahí caminando sentía su mirada sobre mi.
-Vamos Alex, no tenemos tiempo para estas cosas, no de nuevo -me dije a mi misma.
Me frustraba pensar en ella, nunca la había visto por la universidad, bueno, tampoco es que yo sea muy popular en mi facultad. Estudio ingeniería en sistema, diría que es la carrera que está más acorde a mí y realmente me gusta, pero no puedo negar que mi pasión siempre fueron los libros, la literatura en general. Amo leer en mis tiempos libres e inevitablemente también amo escribir; creo que toda persona que lee desea convertirse en un gran escritor como sus autores favoritos, creo que nos convertimos en lo que admiramos, en lo que vemos y amamos. Tristemente, ese sueño quedó nublado y guardado en lo más profundo de mí ser, nadie nunca supo que escribía, escribía mis sentimientos y no deseaba que me juzgaran por ello.
Un pequeño zumbido me sacó de mis pensamientos, era mi celular, la alarma que había programado para no quedarme demasiado tiempo leyendo. Me senté en una banca que había cerca para buscar mis audífonos y volver a clases pero no estaban. Probablemente los había olvidado en la biblioteca por salir apresurada debido a aquella chica...
Caminé de regreso a la biblioteca y al llegar fui directamente a la mesa donde estaba sentada, ahí estaban mis audífonos, al agarrarlos noté que a su lado había un papel que decía:
"Hey pequeña! se habían caído tus audífonos al salir, espero que los vengas a recoger"
Al darle la vuelta al papel había una frase escrita por la misma persona que la nota "Hay un momento en que... se derrumban...y a uno se le ocurren cosas...y entonces no hay en la vida..." El papel había sido rasgado de una libreta, más abajo de lo escrito se distinguían la letra M.O
Doblé el papel y lo metí al bolsillo de mi sudadera, miré a mí al redor buscando a aquella chica de cabello castaño pero no la vi. Estaba muy confundida, no tenía idea de quien había dejado esa nota pero quería agradecerle así que saqué de mi bolso un post-it y escribí en el "Hey persona! Muchas gracias por ayudarme a recuperar mis audífonos -A." lo pegué a la mesa y me fui.
Durante toda la clase estuve pensando en lo que había sucedido, sentía que tal vez había sido la chica, era la única que estaba cerca de la puerta cuando salí, ella y sus amigas ¿Que tal si ella veía aquella nota que le había dejado? ¿Respondería? ¿Qué tal si fuera otra persona?
-Basta Alex, no te hagas esto, debes olvidar este asunto, recuerda la ultima vez- Me dije
Al acabar la clase fui directamente a la biblioteca y para mi sorpresa, mi post-it seguía ahí, me decepcioné, realmente esperaba una respuesta. Pero me estaba involucrando demasiado en eso. Salí de ahí y decidí ir hasta la facultad de psicología.
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Orión
Teen FictionDos chicas desconocidas unidas por el amor a los libros, presentadas por sus miradas traviesas que sin cruzarse, crean una conección especial, en una pequeña biblioteca de su universidad. ¿Puede una persona enamorarse de alguien sin conocerlo sólo...