La cita.

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¿Que será una cita que jamás olvidaré? Que arrogante. Pues yo, le daré una cita que jamás olvidará de eso estoy cien por ciento segura.

- ¿Me darás una cita que jamás olvidaré?- pregunto.
- Puedo asegurar eso. -dice mientras se acomoda su chaqueta.
Me acerco a su oído y susurro -Muero por ver eso- observo que tensiona su cuello y me aparto.
-Dalo por echo.- dice mientras coge mi mano.

Caminamos de la mano hacia la sala de cine donde estaban sentados Angie y su cita esperando por nosotros. Paramos frente de ellos y suelto mi mano de la de Louis.

-Tengo una cita.- Dice Louis en tono de victoria.
- Te dije que Amara es a todo dar.- contesta Angie.- A propósito, Amara él es el sexy Daniel. - El concepto de sexy es tan subjetivo como la belleza, Daniel no era para nada sexy a mi punto de vista, es pequeño, aproximadamente de unos 1.60 metros, con una pequeña barriga por falta de ejercicio, ojos negros cabello negro y ni hablar de su vestimenta, pareciera que el arcoíris hubiera reencarnado en un humano.
-Hola, soy Amara. -fue lo único que pude decir ante el asombro.
-Daniel. Qué onda cojan sus sillas, ya película ya va a empezar.

Nos ubicamos en nuestras sillas para ver El Libro de Eli, de la cual no tenía ni idea de que trataba. Transcurrieron treinta minutos de la película y yo me encontraba luchando conmigo misma para no dormir, pero era inútil, los efectos de estar de pie desde las 4:30 am, conjugados con la oscuridad del cine y una película a la cual no prestaba atención no eran buena combinación. Cambié de postura para evitar dormir, cuando Louis hablo.

-No sé tú, pero esta película no me llama la atención.
-¿Porque? Está súper buena. - Miento.
-¡Oh! Sí, claro. Tan buena que estás luchando para no dormir. ¿Qué pensaste? ¿Que no lo había notado?
-¡No estoy durmiendo!
- Yo no dije que estabas durmiendo, dije que estabas luchando por no hacerlo.
- Déjame ver la película.- le regañe.
-Ok, ve tú la película, yo me voy.
- Espera, ¿A dónde vas? - lo cojo de la mano antes de que se parara de su lugar.
-No lo sé, a cualquier lado menos aquí, es aburrido. Te veo más tarde.
-¡Espera! Voy contigo. -Digo sin más. Bajamos las escaleras del teatro rumbo a la salida, Louis iba delante mío, lo que cual me permitió observarlo. A decir verdad tenía unos glúteos perfectos y ese jersey se conjugaba muy bien con ellos.
-¿Quieres comer algo?- irrumpe mis dialogo mental.

- Eh, si claro.- digo.

- ¿Vamos a Crepes and Waffles? - Pregunta algo tímido.

- Si, para mi está bien.- Digo.

Caminamos hacia el restaurante, una vez ahí Louis dice - Debo ir al baño, busca mesa, en un minuto vuelvo- asiento con la cabeza y sigo el camino en busca de una mesa desocupada. El primer piso del restaurante se encuentra totalmente lleno por lo que decido subir al segundo piso en busca de un sitio. Una vez ahí, miro en todas las direcciones esperando encontrar lugar, cuando mi mirada se detiene de inmediato al ver a Felipe sentado a mi derecha.

-¡Mierda!- digo en vos baja.

- ¿Ya encontraste mesa?- Pregunta Louis detrás mio.

- No puedo estar acá, vamos a otro lugar.- Digo exaltada.

- ¿Porque no? en este lugar es muy rica la comida.

- Es complicado de explicar, vayámonos por favor.

- ¡Ok!- Dice sin más.- y justo cuando decidíamos bajar, Fernanda, mi enemiga de toda la vida se sienta al lado de Felipe y se besan.

- ¿Pero qué coño? - Digo de manera espontánea.

- ¿Qué te pasa? no me voy a ir de este lugar hasta que me expliques.- Dice en tono de regaño.

-¡Pasa que el idiota que esta allá es mi novio!- señalo a Felipe- ¡Y pasa que la zorra que esta allá es mi enemiga de toda la vida!- MI respiración se acelera- ¿Y así quiere que él y yo? ¡Es un sucio bastardo!

- Ven, vamos. - Coge mi mano en dirección a Felipe y su cita.

- ¿Qué haces?- pregunto mientras me dejo llevar.

- Eres mi cita ¿no? y como tal vamos a cenar en este lugar. No interesa el, somos tu y yo, como el con ella.

Nos acercamos a la mesa de Felipe, justo cuando nos sentamos en la mesa de al lado Felipe levanta la mirada y queda perplejo. - Amara ¿Qué haces aquí?- Ignoro su pregunta y tomo asiento, Louis se sienta a mi lado y extiende su brazo por detrás de mí cuello. Miro de reojo a Felipe y noto como la ira se apodera de él, su respiración se acelera y empuña su mano.

-No quiero estar aquí.- Digo a Louis.

- Déjame hacer algo y te prometo nos iremos a otro lugar.

- ¿Qué quieres hacer?- Pregunto.

En ese justo momento, su cara se acercó a la mía, nuestras miradas se cruzaron y de repente sus labios se acercaron suavemente a los míos  buscando mi aprobación. Aprobé y nuestros labios se empezaron a mover de la manera más coordinara y perfecta posible, hasta que fuimos interrumpidos.

-¡Eres una perra!- Grito Felipe y todo el restaurante me miro. Sentí vergüenza al tener la atención puesta en mí.

- ¡Cuida tu boca, respeta a Amara! No te metas con ella o te vez conmigo.- Dice Louis furioso.

- ¡No te metas hijo de puta!- dice Felipe alistando su mano para empezar un rin de boxeo.

- ¡Basta ya! Tú me respetas.- Digo a Felipe.- No fui yo quien en la mañana prometía amor y en la noche esta con otra besándose aquí. Oh bueno, si lo hice, bese a alguien y ¿sabes porque? Porque aquí está mi supuesto novio besando a la persona que menos tolero en la vida, y no me arrepiento de lo que hice, porque hoy tengo algo muy claro y es que no te quiero en mi vida.- sin más me levante de mi silla, cogí la mano de Louis y salimos del lugar. Una vez fuera tome aire y dije - Quiero irme a casa-. Sin decir nada Louis cogió mi mano y fuimos directo al estacionamiento.

- No hay necesidad de que me lleves, puedo coger un taxi e irme.

- No, eres mi cita. No dejo a mis citas tiradas, y menos cuando acaban de tener una crisis emocional. - Dice en tono burlesco pero tierno.

- No es gracioso. Vayámonos por favor.

- Espera aquí por favor.- Me dice mientras de aleja. Dos minutos más tarde se estacione frente a mí en una Harley Night Rod.

- No te va mal en la vida. - Digo.

- No me quejo. Fue el regalo de cumpleaños de mis padres.

- Por favor que tus padres le den una charla a los míos para que me den mi auto.- Digo en tono burlesco.

- Anda, sube.

Transitamos por la circunvalar rumbo a nuestro destino, después de 30 minutos de camino, aparcamos frente a casa. Bajo de la moto, me quito el casco y me paro frente a Louis.

-Gracias.-Digo.

- No hay de que, te quedo debiendo una cena. - Dice.

- Definitivamente sí, me debes una cena y la cita que jamás olvidare. Estas en deuda conmigo.
- ¡Mujer! Tenlo por seguro. No me gusta deber cosas.- me acerco doy un beso en su mejilla y susurro "Muero por ver eso". Me alejo y camino hacia la puerta, mientras Louis enciende su moto y la pone en marcha.

Abro la puerta, miro el reloj y son las 9:30 pm, voy a la nevera, busco yogurt griego sirvo en una taza junto con cereal y empiezo a comer. Dos minutos después suena mi móvil. Es Angie.

- ¡Hola!- Digo.

- ¿Dónde estás? Saliste del teatro y no supe más de ti.

- Estoy en casa, Louis me trajo. Pasaron tantas cosas.

- ¿Que paso? ¿Estás bien?- pregunta preocupada.

-Sí, estoy bien. No te preocupes, mañana en la escuela hablamos.

- Ok, voy rumbo a casa. Hablamos mañana, yo también debo desahogarme.

- Vale, Bye.

Cuelgo el teléfono y termino mi cereal, voy rumbo a mi habilitación, cambio mi ropa y me acuesto a mi cama, pensando en todo lo ocurrido el día de hoy.   


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⏰ Última actualización: Oct 11, 2017 ⏰

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