La Maldición De See'kal

Caminar por la oscuridad de este bosque estando solo era casi tan malo como estar caminado por esta oscuridad acompañado.
Pero ni modo
Así que seguí caminado y seguí caminando y caminé y caminé.

Por alguna extraña razón me sentía observado.
Siempre que estoy solo en la oscuridad me pasa eso. Cómo desearía tener una linterna ahora pero como dije ni modo.

En cierto momento escuché pasos a mi espalda lo cual me hizo querer correr. A sí que escuchando a mi instinto caminé más rápido.

Casi al mismo momento los pasos aumentaron su velocidad.
Podía escuchar como se acercaban a mi.

Pronto mi caminata se transformo en una persecución.
Podía sentir como aquello está buscando por mi.

En cierto momento pude escuchar un sonido.
No era normal.

Pensé que si me introducia más en el bosque lo perdería.

Pero me equivoqué.
Solo logro acercarse aún más.

Correr,saltar, agacharse y correr.

Estaba muy cerca. Ya casi me tenía.
No podía escapar , estaba muy cansado y mis fuerzas se estaban acabando.
intente despistar lo saltando sobre un árbol y me caí.

Me incorpore como pude solo para ver cómo esa "cosa" estaba detrás mío.
Retrocedi lentamente a la vez que la cosa se aproximaba aún más.

Cerca ,cerca más cerca.
Extendió uno de sus dedos y tocó mi pecho.

Una oleada de dolor atravesó mi cuerpo como si me hubiese atravesado con un fierro al rojo vivo.
Pensé que moriria.
Todo se volvió negro.

Pero detrás mío apareció una luz.
Y la ví.
La cosa era una amalgama de un esqueleto con una sustancia viscosa de color Negro que recorría todo su cuerpo.

Al ver la luz la "cosa" retrocedió asustada emitiendo un chillido que me perforó los oídos.

Una vez que se fue pude notar que la luz provenía de un auto.

-que haces todavia ahí parado? Entra al auto ya!- me grito aquel que me había salvado.

Sin pensarmelo 2 veces me subí a la camioneta , cerré la puerta y el auto arrancó.

Una vez tranquilo pude ver que aquel que me salvó era un hombre de aproximadamente 30 años, era un lobo color gris con chaqueta y pantalones negros.

Y me miraba preocupado

-estas bien?-

-s-si...eso creo-

-no te duele?-

-que debería dolerme?- pregunté confuso.

-pues....eso- dijo señalando mi camiseta.

Mire hacia abajo y ví a lo que se refería.
Mi camiseta parecía estar quemada en un círculo perfecto alrededor de mi pecho.
Extrañamente mi pelaje estaba intacto.

-n-no te preocupes...no llego a lastimarme- dije aliviado.

-ok..... porciento soy hiru, un gusto- dijo extendiendo su pata hacia mi.

-y-yo soy Ryu- dije tímidamente correspondiendo a su saludo

Hiru:y aquella que está detrás es mi hija Dana.-

Mire hacia la parte trasera y ví que efectivamente había una chica de más o menos 6 años.

Dana se percató de que la observaba y rápidamente volteo su vista a lo cual yo respondí con una sonrisa.