Aviones, hoteles baratos y Gatos

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Ella tomo su asiento en el avión que la llevaría a su nueva vida. llevaba lentes de sol aunque llovía, no quería que las personas se dieran cuenta de la noche fatal que había tenido, pues había llorado toda la noche, en ocasiones se plantaba frente al espejo preguntándose ¿Qué tiene ella que yo no? ¿Sus piernas largas? ¿Su hermoso abdomen? ¿En que momento el amor de su vida dejó de encontrarla atractiva y la dejó de querer? y así estuvo toda la noche llorando por él, rompiéndose por él, culpándose por él y él no la llamo ni en una ocasión para explicarle y eso fue lo que más dolió, así que con todo el dolor de su corazón hizo su maleta, decidió que no sería como su madre que se dejo pisotear por su padre, reservo un boleto a América exactamente a Seattle y espero tener un poco de suerte, no quería vivir de la fortuna que su padre le heredó. cuando menos lo pensó ya estaban aterrizando, las azafatas dieron indicaciones y una vez fuera del avión fue por su equipaje y pidió un taxi que la llevará a un hotel barato.

...

Empezó a sentir que la luz mañanera se colaba a través de sus párpados, abrió los ojos de golpe y se sintió desorientada hasta que recordó todo lo sucedido. Sintió unas enormes ganas de llorar, pero la noche anterior se decidió a no llorar más, se decidió a tratar de olvidar y bien se dio cuenta que no sería fácil olvidar aquellos ojos verdes que tanto amaba aún.
La noche anterior el taxista la llevo a un hotel bastante accesible, que... Aunque tenía suficiente dinero para pagar uno de cinco estrellas decidió pasar desapercibida.
Se despabilo y metió su delgado cuerpo a la ducha, estaba tiritando de frío por el clima invernal de seattle; una vez fuera de la ducha se miro en el pequeño espejo que estaba en el baño, se miro y mordio su labio, bajo sus ojos azules se encontraban unos enormes círculos morados, estaba más pálida de lo normal y incluso se vio más delgada.
Cambio su toalla por ropa abrigada y salio para encontrar un restaurante en el que pudiese comer un buen desayuno.
Camino varias cuadras sín encontrar ni un restaurante, mientras más caminaba, más se daba cuenta de como la miraba la gente, la observan y murmuraban, también se dio cuenta que se hallaba en un barrio un tanto pobre y peligro, así que quería regresar enseguida al hotel.
Camino unas cuántas cuadras más, cuando estaba a punto de retornar un balón pegó en sus pies haciendo que saltara hacia atrás, volteo hacía el parque enfrenté de ella para buscar al dueño del balón. Había unos cuantos niños jugando en el parque a pesar de que era temprano y estaban a casi 13° afuera. Mordió su labio, encontró al dueño del balón un chico con el cabello largo (Más abajo de los hombros) y ondulado, con una barba ya algo crecida y ojos particularmente azules se acercaba a ella con una sonrisa que en otras circunstancias le causaría calidez; un vez frente a ella levantó el balón y siguió sonriendo, ella soltó su labio y francio el ceño tan fuerte que le llegó a doler.
-Siento mucho que el balón te golpeara-espero la respuesta de la chica pero esta nunca llego-Mmm-se rasco la cabeza algo incómodo por el silencio de la chica
Ella nego y sintió mucha pena por sus pésimos modales-No es eso-dijo apenas audible-Yo...llevo un rato buscando un lugar para comer y no encuentro ninguno.
Él rio con un poco de burla, pues era imposible encontrar un buen lugar para comer en esos barrios, y el comentario de la chica solo hizo que se diera cuenta que la chica era extranjera, y que extranjera tán loca, paseándose como sin nada por esos barrios.
-No creo que encuentres un lugar apetecible para comer por aquí... -Espero para que ella le dijera su nombre, pero en vez de eso hubo silencio por parte de la chica-Bueno de cualquier modo, es mejor que vuelvas a tu casa, no es bueno andar por aquí sola.
-Gracias por el consejo-Dio la vuelta y estaba dispuesta regresar a su hotel, aunque a estas alturas no sabía hacia cual dirección se encontraba el hotel, ni siquiera sabia donde se encontraba ella; pero un brazo en su hombro detuvo se marcha y la hizo girar.
-¿Para dónde vas? Quizá pueda acompañarte. -Sabía que la chica se iba a negar a su propuesta y estaba a punto de retractarse cuando vio como mordía su labio como analizando sus opciones.
-Quizá no es necesario que me acompañés, solo dime dónde queda el Hotel ham... -Mierda Génesis, ni el nombre del bendito hotel recuerdas, se regaño mentalmente.
-Stravaganza-Dijo el de ojos azules- es el único hotel en kilómetros, si quieres puedo acompañarte.
-No es necesario, solo ¿Me podrías decir como llegar hasta el hotel?
-Esta bien- Le dio indicaciones de como llegar al hotel y cuando estaba explicándole se dio cuenta que la chica mordía mucho sus labios color sandía, vio pequeñas pecas en sus mejillas y en su naríz y vio el azúl de sus ojos un poco apagado.
Cuando terminaron las indicaciones se miraron a los ojos y se contemplaron por unos segundos, quizá 4 o 5 pero fueron suficientes para qué el corazón de él se acelerará y las mejillas de ella se pusieran rojas.
-Muchas gracias, es hora de irme-Dijo Génesis ocultando sus mejillas carmesí.
-Suerte en tu caminó-contesto el chico de cabello largo y esa fue la señal para que Génesis se diera la vuelta para en prender su camino hacia el Hotel-Hey- escucho gritar al chico y volteo-Mi nombre es Luka por cierto.
Ella sonrió, él pensó que tenía una sonrisa hermosa
-¿Cuál es el tuyo?-volvió a gritar, el ahora ya conocidos como luka, ella simplemente se encogió de hombros, como dando a entender que no sabía y siguió su camino, esta vez, sin ser interrumpida.
                                  ∞
Cuando aún faltaban dos cuadras para llegar al hotel empezó a llover, pero ¡vaya lluvia! parecia que se estaba cayendo el cielo ¿No había un mejor lugar para vivir que Seattle?  Penso, empapándose con la lluvia y apresurando su paso, aún sín nada en el estómago, vaya suerte tenia pues no había desayunado nada y a ahora estaba bajo la lluvia helada que le calaba hasta los huesos. Giro y vio el bendito hotel a media cuadra de distancia ¿Qué es eso?  Penso al ver un bola de pelos ser sacada del hotel ¿Un gato? ¡Sí era un gato!  Que inconciencia al sacarlo del hotel cuando solo queria refugiarse de la lluvia. Corrió hasta acercarse al pobre animal y lo tomo en sus manos, lo acarició y escondió en un bolsillo de su abrigo para que no lo descubrieran; Cuando entro al hotel todas las miradas se posaban en ella y no sabía si era porque estaba toda empapada o porque nadie le conocía o porque parecía un muerto viviente, se acerco a recepción y pregunto si había servicio al cliente, la recepcionista (con mucho lápiz labial para su gusto)  respondió que si y que el número que debía marcar era "00". Se dio la vuelta y entró al elevador presionando el boton 7, una vez en su piso se encaminó a la habitación 302 y entro dejando al gato en el piso, para después quitarse la ropa mojada y ponerse su pijama, apenas eran las 12:00 del día y se sentía cansada, se miro al espejo y vió sus ojos azules y le recordaron a los de luka, tan expresivos como algún día fueron los de ella. Ya ni siquiera tenía hambre, para el día de mañana tenía una cita programada con una vendedora de bienes raíces, con su cuenta de ahorros en el banco serìa suficiente para comprar un apartamento. Seco al gato con una toalla y lo acosto con ella en la cama, por ahora el seria su unica compañía.
poco a poco sentía como el sueño se apoderaba de su cuerpo, cerrando los ojos y soñando con los ojos esmeraldas del que alguna vez fue el amor de su vida, pero siendo disueltos por el azul de unos ojos apenas conocidos

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