Me inspiran los ojos de esa chica, con ese color café en el que no te importaría quedar varado ahí.
Me inspira esa sonrisa que puede hacer a un psicópata vulnerable a sus deseos.
Me inspira ese rostro que podría ser la obra de arte más hermosa y famosa.
Me inspiran los recuerdos en los que la miro a los ojos y ella sonreía.
Me inspira el recuerdo de la voz de esa chica que te puede dejar estúpido y no te molestaría seguir escuchándola.
Me inspira el recuerdo de su dulce olor, ese olor que podría ser un veneno pero continuarías respirándolo sin importarte nada.